En nuestra flamante democracia suceden cosas en la actualidad, que cada día hunden más y más al Estado y la nación.
La principal causa del mal funcionamiento del Estado hondureño es la injerencia insidiosa y progresiva de la empresa privada en asuntos que son privativos del gobierno.
Ningún servicio público debe estar en manos de la empresa privada
1. Consultorios de salud y hospitales públicos
2. Casetas y cobro de peaje en nuestras carreteras
3. Aeropuertos
4. Comunicaciones
5. Servicios de agua y luz
6. Importación de combustibles
7. Alquiler de inmuebles privados para alojar instituciones estatales
8. Cobros de servicios públicos por empresas privadas
En todo lo mencionado en esta pequeña lista, le cae una buena comisión o tajada a los concesionarios de la ya pistuda empresa privada, en vez de beneficiar al andrajoso Estado.
Por el momento esto es lo que recuerdo, pero posiblemente hay otras cosas más que no deben ser privatizadas ni administradas por ningún ente financiero privado, pues los resultados han sido desastrosos hasta el momento: licitación de medicamentos, electricidad térmica sobrevalorada, fraudes en Hondutel, ajustes por combustibles de la ENEE…
Con el dinero despilfarrado en alquileres, ya deberían existir edificios elegantes y espaciosos para alojar la ENEE, SANAA y otros tantos organismos estatales.
En conclusión: Zapatero a tus zapatos.