Las descontroladas llamas de dos incendios consumieron igual número de casas ayer en la tarde, en dos distintos puntos de la capital y a la misma hora, dejando en la calle a sus residentes con pérdidas incuantificables para sus precarias economías.
El primer siniestro se registró a eso de la 1:30 de la tarde en la colonia Altos de la San Francisco de Comayagüela, zona de El Retiro; mientras que el otro ocurrió en la colonia Las Faldas de El Pedregal, ubicada al sur de Comayagüela. Ambos sucesos se originaron simultáneamente y fueron apagados a eso de las 2:00 de la tarde.
Tras la alarma de vecinos y peatones de estos sectores, elementos del Cuerpo de Bomberos se apersonaron a las zonas, donde dos familias perdieron sus pertenencias, pero afortunadamente no se registraron víctimas.
Una pequeña casa de habitación ubicada en los Altos de la San Francisco con una superficie de cinco por cuatro metros quedó echa “cenizas” en cuestión de 10 minutos y por razones aún desconocidas.
La pequeña casa hecha de madera y con techo de láminas de zinc se prendió fuego rápidamente, quemándose todo lo que había dentro de ella, pese al esfuerzo de varios vecinos por apagar el siniestro con agua y tierra.
Leslie Yamileth Valladares, dueña de la vivienda, entre lágrimas de impotencia y dolor por haber perdido todo, pidió a los bomberos que investiguen las causas del incendio, pues cree que fue provocado por mano humana.
La afectada, aseguró que a la hora del siniestro andaba con sus hijos en una reunión de la escuela, lo que le genera dudas porque alguna persona mal intencionada aprovechó su ausencia para originar el lamentable hecho.
En la pequeña casa de madera vivía la pareja, junto a sus cuatro pequeños hijos, pero afortunadamente a la hora que comenzó el fuego no había nadie en la habitación.
De igual manera y casi en las mismas circunstancias, en la colonia Las Faldas de El Pedregal una casa de madera y con techo de zinc se vaporizo prácticamente en un 100 por ciento, tras tomar fuego por causas aún desconocidas.
En la vivienda habitaban tres menores junto a sus padres y dos adultos más, quienes salieron ilesos a la hora del siniestro.
Esta casa de habitación pertenecía a Sonia Mendoza Rodríguez, quien perdió igualmente todos sus enseres personales.
Por la rápida intervención de los bomberos se salvaron de salir quemadas otras dos viviendas contiguas.
Las causas y orígenes de los incendios eran investigados ayer por los bomberos.