Una noticia que me alegra de los últimos días es que la Federación Colombiana de Fútbol, después de amplias negociaciones, llegó a un acuerdo con el técnico argentino José Pekerman, para que dirija al equipo por otros cuatro años, más allá del Mundial de 2018.
Todo el mundo admite que Pekerman llevó a cabo una labor extraordinaria al mando de la selección colombiana, a la que condujo a una gran clasificación americana para así poder participar en Brasil 2014, donde la escuadra “cafetera” jugó magistralmente y tuvo la mejor actuación que se le ha visto en copa del mundo alguna.
Fue notable ver cómo Colombia ganó sus primeros cuatro partidos, mostrando un fútbol de gran clase y de mucha garra, en el que brillaron varios de sus jugadores, principalmente el delantero James Rodríguez. En cuartos de final, fue vencida por Brasil en un partido que bien pudo haber ganado. Por cierto que en ese juego fue donde Neymar recibió un golpe que le fracturó una vértebra.
Pero, afortunadamente, Neymar está otra vez en las canchas, con el Barcelona.
Pekerman inicia su nueva era en un partido amistoso que se jugará esta semana en Miami, en el Estadio Sun Life, donde enfrentará a la selección de Brasil, seguro que ante un lleno imponente, para demostrar por enésima vez que la ciudad de Miami llena los estadios cuando se ofrece buen fútbol.
En el partido del viernes 5 de septiembre, los brasileños también llegan a la Capital del Sol con nuevo técnico, “Dunga” (el “Sargento”), quien se hizo cargo de la escuadra carioca al haber renunciado –o echado– Luiz Felipe Scolari (“Felipao”), después del desastre que sufrió su selección cuando fue despedazada por Alemania 7-1 y luego derrotada por Holanda, 3-0, en el partido de consolación en que Holanda quedó en tercer lugar.
Pekerman también tiene la satisfacción de haber visto a varias de sus estrellas recibir jugosos contratos, entre ellas James, que terminó en el Real Madrid.
Después del partido de Miami, Colombia también se enfrentará en Estados Unidos a Ecuador, que también estrena director técnico después de la salida –con más penas que gloria– de Reynaldo Rueda.
En Miami, en agosto de 2011, 70,080 personas llenaron el estadio cuando el Barcelona se enfrentó al Guadalajara de México.
El record de asistencia en Miami sigue siendo el partido en que Brasil venció a Honduras el año pasado, con 71,124 aficionados.