“Aunque cada una de las siamesas tiene un corazón, uno de ellos no se terminó de formar, lo que hace que estén en una situación complicada”, dijo ayer el jefe de la Sala de Neonatología del Hospital Mario Catarino Rivas, Samuel Santos, quien aseguró que urge intervenir a las recién nacidas que llevarán por nombre Jackeline y Karla.
Las menores fueron traídas al mundo el pasado domingo en dicho centro asistencial, pero un día después las trasladaron a una clínica privada donde se les practicó una serie de radiografías entre otros exámenes médicos que eran necesarios para conocer si compartían otros órganos vitales.
Ante esta situación, el galeno indicó que deben ser trasladas urgentemente a otro país, para que puedan ser intervenidas quirúrgicamente, ya que el estado de salud, a pesar de ser estable, al estar compartiendo prácticamente el corazón, las pone en peligro.
Lamentó que debido a los serios problemas por los que actualmente pasa el Catarino Rivas en cuanto a la falta de equipo y medicamento, la intervención no puede ser realizada en dicho hospital, por lo que están gestionando con un centro hospitalario de Guatemala a donde podrían ser trasladadas en los próximos días o en su caso llevarlas a los Estados Unidos.
“Esperamos que por medio del Gobierno y la Secretaría de Salud, también se realice gestiones con países amigos, para poder trasladarlas y tratar de salvarles la vida, ya que por medio de los exámenes se confirmó que ambas cuentan con sus propios órganos” aseguró el galeno.
AYUDA
Por su parte, Nery Perdomo, padre de las siamesas y compañero de hogar de Jackeline Rosales, madre de las niñas que fue dada de alta ayer, pidió ayer el apoyo del Gobierno para que sus hijas puedan ser trasladas hacia un hospital, donde se les brinde la atención, ya que son una bendición
“En esta ocasión quiero pedirle al Gobierno o a organizaciones que me ayuden a trasladar mis bebés a otro país y que las puedan intervenir, para salvar sus vidas, aunque reconozco que es difícil poder conservar a las dos, quiero hacer todo lo posible para que así sea, pero al final es Dios quien tendrá la última palabra” manifestó el preocupado padre.
Además, para las personas que deseen apoyarlo de cualquier forma, pueden llamar a los celulares 8839-6304 y 9994-7239.