Una vez más los pacientes que se encuentran hospitalizados en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), están siendo afectados debido a la paralización de una de las máquinas encargadas de realizar la lavandería de la ropa de los pacientes.
Muchos hasta ayer permanecían en sus camas, en los diferentes pisos de la clínica de especialidades del barrio La Granja, sin las batas que se ocupan para permanecer hospitalizados.
Ante tal situación, el personal médico y de enfermería han tenido que solicitarle a los familiares que les llevan batas para que sus pacientes no permanezcan desnudos en su habitación.
Muchos que no tienen los recursos económicos han tenido que conformarse para permanecer tapándose con cobijas o almohadas, a la espera que les lleven una bata de parte del personal del hospital.
LA TRIBUNA pudo confirmar que una de las lavadoras ubicadas en el primer piso del centro hospitalario se encuentra dañada, por lo que se ha llegado a acumular gran cantidad de ropa ensangrentada, poniendo en riesgo de una contaminación a empleados y pacientes.
INDIGNACIÓN
Ninoska Guifarro, quien viajó desde los Estados Unidos para estar presente en la operación de su madre, manifestó que se encuentra completamente admirada y molesta a la vez por la crítica situación y precariedad que tiene el IHSS.
“Yo no me imaginaba que la salud de los hondureños estaba tan mal, imagínese que a mi madre la van a operar de una de las piernas y el médico me dijo que tenemos que comprar el clavo el cual cuesta cerca de 6 mil lempiras”.
“Con mis hermanos pudimos reunir el dinero, pero me pongo a pensar, ¿cómo hacen aquellos compatriotas humildes que no tienen la posibilidad de ayudar a su familiar que se encuentra interno?”, expresó apesarada la hondureña.
“Sumado a eso, está en mal trato que se recibe de la mayoría del personal hacia los enfermos y familiares que venimos al centro hospitalario y no sabemos por qué no les dan cursos de relaciones interpersonales”.
El servicio de mantenimiento del IHSS, desde ayer hacía las reparaciones de una de las máquinas, la que lograron reparar momentáneamente, pero se dañó la otra, ocasionando una gran acumulación de ropa sucia.
En el hospital del IHSS se encuentran hospitalizados un promedio de 800 pacientes por diferentes causas, que son internados en las instalaciones del Barrio Abajo y otros en las clínicas de especialidades del barrio La Granja de Comayagüela.
Estos pacientes tienen que utilizar ropa especial de enfermos o batas para que el personal médico o de enfermería no tenga inconvenientes al momento de realizar los chequeos.
Sumado a esto, el personal de enfermería, aseadoras y camilleros han estado expuestos por varios días a una contaminación, ya que la mayoría de ropa que se encuentra en el área de lavandería está ensangrentada y sin la higiene debida.
Mientras los técnicos tratan de reparar una máquina, al fondo se pueden observar los bultos de ropa sucia.
Los malos olores se pueden sentir al entrar al área de lavandería, al grado que los trabajadores que laboran en ese departamento se han quejado porque están expuestos a enfermedades, ya que la labor la realizan sin guantes ni mascarillas.
Uno de los empleados que trabaja en la lavandería explicó que ellos hacen todo lo posible para solventar el problema cuanto antes, ya que las cirugías se han parado porque toda la ropa está sucia.
“Se pudo reparar una de las máquinas pero la otra se dañó, mire la cantidad de ropa que tenemos, trataremos de sacarla hoy (ayer) para que se reanuden las operaciones, el personal va trabajar toda la noche”, explicó el trabajador. (ML)