En 1993, la guacamaya roja fue seleccionada como símbolo de la fauna de Honduras y declarada como el ave nacional de esta nación, según el decreto ejecutivo N. º 36-93 emitido por el Congreso Nacional hondureño.76 También se eligió esta ave como la mascota de la Copa América 2007 celebrada en Venezuela, la cual es representativa de este país al portar los tres colores de su bandera nacional en el plumaje.
La Ara Macao es una especie de ave perteneciente a la familia de las psitácidas. Además, es una de las nueve especies existentes del género Ara, del cual es una de las de mayor tamaño, pues llega a alcanzar 90 cm de longitud y 1 kg de peso. Se distingue también por su colorido plumaje, que es principalmente rojo escarlata, complementado con algunas plumas azules y amarillas en las alas y la cola. Habita a lo largo de un amplio rango de distribución que abarca desde el sureste de México hasta las selvas pedemontanas del departamento de Cochabamba en el centro de Bolivia, en bosques húmedos tropicales cercanos a grandes corrientes de agua, a altitudes que van desde el nivel del mar hasta los 1000 msnm.
Fue descrita originalmente por Carlos Linneo en 1758 con el nombre científico de Psittacus macao, aunque posteriormente cambiaría a Ara macao. Este nombre proviene de las lenguas tupíes de Brasil, donde el vocablo Ara significa ‘fuerte’ y macao significa precisamente ‘guacamaya’. Vulgarmente se le conoce como guacamaya roja, aunque también con muchos otros nombres, dependiendo del idioma y la región. Por ejemplo, en la lengua maya recibe los nombres de oop, x-op, ah-k’ota y moo (este último particularmente en quekchí), en quiché caquix y en tzeltal xcchc pan o xoua can mut. En náhuatl se le llama alo. Algunos nombres comunes en español con los que se le denomina en América Latina, y particularmente en Sudamérica, son paraba siete colores, arará, guacamaya bandera, guacamaya escarlata y guacamayo rojo y amarillo. En Centroamérica se le llama lapa roja o guara roja. Mientras tanto, en ñe’engatú, la llamada «lengua general de la Amazonia», se le conoce como arara.
Tiene reconocidas dos subespecies:
Ara macao macao, cuya distribución abarca desde Costa Rica hasta Brasil y Bolivia. Se caracteriza por tener una banda verde en la parte media de las alas, entre la parte amarilla y la azul, que no está presente en la otra subespecie. Además, en promedio es de menor longitud.
Ara macao cyanoptera, que habita en la zona de Mesoamérica entre México y Honduras; fue descrita por Wiedenfeld en 1995, momento en el que se delimitó la existencia de las dos subespecies. A diferencia de la otra subespecie, no cuenta con la banda verde de plumas en la parte media de sus alas.
A pesar de que en algunas regiones concretas su supervivencia está amenazada, considerando su gran rango de distribución, la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) la clasifica según su estado de conservación como especie bajo preocupación menor. Por otro lado, la especie está listada en el Apéndice I del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES). Muchos países también cuentan con leyes y organizaciones propias que protegen esta especie, y que buscan revertir su desaparición en muchas regiones de su área de distribución original a causa del ser humano, a través de re-introducciones con ejemplares criados en cautiverio.
Su relación con el ser humano es tan añeja como el surgimiento de las primeras civilizaciones precolombinas. Las civilizaciones maya y azteca la vinculaban fuertemente con la religión, al relacionarla con las deidades del fuego y el sol. Esto lo plasmaron en numerosos elementos artísticos como estelas, piezas de cerámica y murales, además de que sus plumas eran muy apreciadas para elaborar adornos y producir obras de arte plumario. En épocas más recientes, el interés en esta ave ha crecido para tenerla en cautiverio, por lo que ha llegado a ser una de las aves más comunes en el mundo para este propósito. Se le aprecia como mascota o para su exhibición en zoológicos y parques de entretenimiento. Esta popularidad ha surgido por su atractivo plumaje y por su capacidad para aprender trucos e imitar palabras, dado que es un ave muy inteligente.