AMAR A LA PATRIA ES MÁS QUE EXPRESARLO EN EL CONTEXTO DEL 15 DE SEPTIEMBRE

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
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DANLÍ, El Paraíso. El mes de la patria no debería ser tan solo septiembre. El amor a Honduras no solo debe ser una fecha, por el contrario; como lo expresara el sabio José Cecilio del Valle al hablar de esta América india: América de día cuando escriba. América de noche cuando piense. El estudio más digno de un americano es la América.

Nuestros jóvenes son el presente y el porvenir de la Patria.
Nuestros jóvenes son el presente y el porvenir de la Patria.

El sentimiento patrio se lleva en el alma, se vive con intensidad como el primer amor de una pareja de enamorados que unen sus corazones y su voz para expresar los más bellos sentimientos. Así que el pensamiento de Valle al hablar de América incluyó a Honduras y todo hondureño debe tener presente que el estudio más digno debe ser Honduras…

La patria es la tierra donde nacimos y como lo expresó el insigne poeta Felipe Elvir Rojas: “La tierra es nuestra madre, además es de todos los seres del planeta”. Y al hablarnos de Honduras con orgullo patrio señaló: Así es Honduras, confidente trino, campo verde y cielo despejado, con saudades prendidas al camino, y además de caricia encadenado”. Más adelante enfatizó; ¡Ah patria de frescas madrugadas y clamor del abismo y las palomas que se alzan a los cielos en bandadas! Te amo en la dulzura de tus pomas y en las tardes tranquilas y soleadas, pletóricas de ritmos y de aromas”.

“Por guardar ese emblema divino, marcharemos oh patria a la muerte, generosa será nuestra suerte si morimos pensando en tu amor”.
“Por guardar ese emblema divino, marcharemos oh patria a la muerte, generosa será nuestra suerte si morimos pensando en tu amor”.

Amar a Honduras es más que expresarlo en el contexto de un 15 de septiembre o el discurso vano del político oportunista que se vale de argucias para decir lo que no vive y tampoco siente.

El presidente John F.Kennedy dijo: “La patria es ara y no pedestal”. Nuestra patria desde hace mucho se ha convertido en el pedestal de los corruptos. Qué lejos están nuestros gobernantes de sentir en lo más profundo de sus corazones los mismos sentimientos cívicos de aquellos abnegados maestros que hicieron de su noble profesión un apostolado de entrega y sacrificio para servir a la patria siguiendo el ejemplo morazánico, de que la “Educación es el alma de los pueblos y abono de los ejércitos de la libertad”.

Para el escritor y poeta Elvir Rojas: “La patria es una rosa de exóticos perfumes y saudades profundas y sueños sin edades”. Aquí en mi patria cómo duele decirlo, los niños cuando nacen traen cicatrices en el alma. Son pájaros sin alas, con las puertas cerradas, de espaldas al futuro.

Me duelen sus sonrisas de dientes apretados, que saben a lamentos, sin una sola migaja de ternura. Las casas se volvieron imperio del olvido y las calles, campos de Agramante. Con todo, patria honda, como tú mismo nombre, sueñas con la esperanza de las nuevas mañanas, pringadas de arreboles”.

Escritor, poeta y periodista Felipe Elvir Rojas, genuino exponente de patriotismo e identidad.
Escritor, poeta y periodista Felipe Elvir Rojas, genuino exponente de patriotismo e identidad.

De verdad cómo duele ver esta patria que se desangra cada día. La patria de Morazán, Valle y Cabañas convertida en nido de corruptos y que hoy reclama de los hijos buenos que son muchos; volver a los días de gloria de nuestros antepasados que lo sacrificaron todo por legar a sus hijos los valores cívicos con los que levantarían los cimientos de una patria digna y respetada.

Ya no podemos volver atrás, tal vez los recuerdos del ayer sirvan un poco para reflexionar y tomar lo bueno, fortalecer los valores y creer que todavía queda esperanza para recobrar parte de esa identidad que nos hace diferentes no solo como individuos sino como hondureños.

LA TRIBUNA del pasado domingo editorializa atinadamente sobre el concepto de identidad con mayor profundidad que lo que expongo en este reportaje. Dice el editorialista: “La identidad aparentemente fragmentada en sociedades débiles como la nuestra, con escaso sentido de pertenencia nacional, hay que buscarla, sin embargo, en diversos estratos sociales y, asimismo, en individualidades concretas. Por eso los reformistas (liberalpositivistas) del último cuarto del siglo diecinueve, se empeñaron en identificar a los próceres, líderes y pensadores hondureños de mayor valía, a fin que los niños y los ciudadanos tuvieran algunos referentes indispensables”. Así las cosas, cuando volvemos al pasado para recordar el alto sentido patriótico y de identidad nos envuelve la nostalgia de la escuelita de la aldea o el pueblo más chico del interior, el respeto por los símbolos patrios, además de constituir un deber era una obligación.

Estos jovencitos representan a las diferentes etnias del país.
Estos jovencitos representan a las diferentes etnias del país.

El respeto a la Bandera era obligatorio y se consideraba un delito pasar frente al avaro patrio sin descubrirse o bajarse del caballo o la mula era penado con cárcel o una multa, igual sanción para aquellos que no detenían la marcha o se descubrían al escuchar las notas gloriosas del Himno Nacional.

El 15 de septiembre para los niños con o sin uniforme, calzados o a chuña, era la fiesta de todos. Las calles se adornaban con banderas de papelillo azul y blanco, la escuela con adornos similares era suficiente motivo de inspiración. Entre los escolares no había diferencia de clases, todos por igual ese día era para celebrar la independencia.

Un desfile por las polvorientas o arenosas calles era visto y aplaudido por los padres de familia y las autoridades municipales. No había tambores, ni palillonas; solo la marcha a paso redoblado y el grito de viva la independencia. En la plaza un alumno con voz de trueno leía el acta de independencia. El alcalde municipal daba el discurso de ocasión y en el salón de la escuela los actos cívicos, con bailes folclóricos, poesías o discursos alusivos a la fecha. Después de los actos el alcalde repartía a los escolares un refresco y una buena cantidad de confites envueltos en papelillo con los colores de la bandera que los niños disfrutaban a placer.

Esto también es la patria.
Esto también es la patria.

Así aprendimos a amar a la patria, con respeto y devoción. Hoy por esa identidad fragmentada como señala el editorialista, los próceres nacionales han sido sustituidos por la imagen del “Che Guevara, Hugo Chávez, Simón Bolívar: se enarbolan banderas extranjeras y se levanta el puño hitleriano para cantar el Himno Nacional”.

En este aniversario de la Patria grande hagamos nuestras las palabras del general Francisco Morazán: “Centroamérica ni tiranos, ni esclavos en su suelo consentiremos jamás; si alguno aspira a entronizar el fuero del despotismo”.

“AQUÍ EN MI PATRIA COMO DUELE DECIRLO, LOS NIÑOS CUANDO NACEN TRAEN CICATRICES EN EL ALMA”. (Felipe Elvir Rojas)

El sentimiento patrio se inculca en el hogar y la escuela como la mejor muestra de identidad y pertenencia.
El sentimiento patrio se inculca en el hogar y la escuela como la mejor muestra de identidad y pertenencia.
Expresiones artísticas y culturales forman parte de nuestra identidad cultural. Una fina estampa de nuestra gente que cree en Honduras.
Expresiones artísticas y culturales forman parte de nuestra identidad cultural. Una fina estampa de nuestra gente que cree en Honduras.
Durante las celebraciones patrias las escuelas y los colegios reviven a través del folclor las costumbres y tradiciones de identidad cultural.
Durante las celebraciones patrias las escuelas y los colegios reviven a través del folclor las costumbres y tradiciones de identidad cultural.