Basilea pagó los platos rotos ante Real Madrid

El Real Madrid firmó una goleada balsámica en su estreno europeo, que calma la ansiedad de su crisis de resultados, y vapuleó a un endeble Basilea (5-1) en un nuevo juicio al portero Iker Casillas, silbado por un sector del Santiago Bernabéu y ovacionado por la mayoría en un pulso sin sentido.

El fútbol llega a unos límites de incomprensión absoluta en un estadio capaz de pitar a su capitán cuando su equipo goleaba por cuatro goles de diferencia. Se convierte en atracción pública acudir al estadio a juzgar a Casillas. Se instaura en el Bernabéu, como el bocadillo del descanso o el silencio que caracteriza sus gradas en plenos partidos.

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