Derroche de talento, civismo y cultura en desfiles patrios

Los capitalinos celebraron ayer el 193 aniversario de la independencia patria con uno de los desfiles más extendidos pero pletórico de civismo y la más variada expresión cultural que se recuerde en los últimos años.

Los estudiantes no se guardaron nada de su talento para poder complacer al público.
Los estudiantes no se guardaron nada de su talento para poder complacer al público.

Fieles a la tradición, los estudiantes de 71 colegios públicos y privados de segunda enseñanza, así como instituciones del gobierno, civiles y militares se dieron cita desde tempranas horas para rendirle tributo a la patria.

Bajo un clima agradable, el desfile arrancó en las inmediaciones de Emisoras Unidas del bulevar Suyapa y concluyó en el Estado Nacional a las 5:30 de la tarde y cinco horas después de la prevista por los organizadores.

Miles de capitalinos se acomodaron en la ruta del desfile y en el recinto deportivo para ovacionar a su colegio favorito  sin importarle la inclemencia del tiempo ni las 10 horas que duró la marcha cívica.

Una gigantesca bandera nacional elaborada por un mosaico de los estudiantes del San José del Carmen le dio la bienvenida a los presentes en el estadio, que a la hora pico,  debió ser cerrado al público para evitar una sobre entrada ante el reclamo airado de miles que se quedaron afuera.

DIGNO HOMENAJE

El homenaje a la patria fue inaugurado a las 5:30 de la mañana con la lectura del Acta de Independencia del alcalde de Tegucigalpa Nasry “Tito” Asfura durante una ceremonia encabezada por el Presidente Juan Orlando Hernández frente a la estatua del prócer Francisco Morazán en la sede del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en el referido bulevar.

En el momento que el mandatario daba el tradicional grito de independencia, las Fuerzas Armadas lanzaron siete cañonazos de salva desde el cerro Juana Laínez, mismos que se repitieron en igual cantidad al mediodía y a las 6:00 de la tarde.

Posteriormente, el gobernante se desplazó al Estadio Nacional para participar en la jornada cívica de principio a fin acompañado de su esposa Ana García de Hernández y del Consejo de Ministros.

BELLEZA Y ARTE

Miles de capitalinos salieron y se apostaron en la ruta del desfile desde las 7:00 de la mañana.
Miles de capitalinos salieron y se apostaron en la ruta del desfile desde las 7:00 de la mañana.

La marcha estudiantil arrancó a las 7:00 de la mañana encabezada por el instituto Maximiliano Sagastume, seguido del Manuel Bonilla y el Cultura Popular, que al igual que el resto de sus colegas, se emplearon a fondo para ganarse la simpatía del exigente público.

Como era de esperarse, las hermosas palillonas engalanaron la jornada con su ritmo, gracia y coquetería, en comparsa con bandas marciales, pelotones y carrozas alegóricas a la identidad nacional, los valores cívicos y el legado de los héroes y próceres nacionales.

Como nunca antes en este tipo de desfile, el plató cultural incluyó la participación de los artistas nacionales “Pilo” Tejada, Bullaka Familly, Polache, Guillermo Anderson y el Coro Nacional, quienes pusieron a bailar a todo los presentes en el Estadio Nacional.

Así, el público pudo cantar junto al Coro Nacional las célebres canciones del folclor hondureño “Candú” y “Conozco Honduras”, lo mismo que “Mi país” y “El encarguito”, una composición de Anderson alusiva al arte culinario hondureño dedicados a los compatriotas residentes en los Estados Unidos.

Y por si esto fuera poco, todos los presentes al recinto deportivo se pusieron de pie para bailar junto a la exprimera voz de la legendaria Banda Blanca la mundialmente conocida “Sopa de Caracol”, esta vez, a dúo con el grupo juvenil “Bullaka Family” y el popular Polache, quien además se “tiró” el ya famoso tema pegajoso “Hablo Español”.

Como suele ocurrir en estas celebraciones, el Estadio Nacional lució completamente abarrotado.
Como suele ocurrir en estas celebraciones, el Estadio Nacional lució completamente abarrotado.

Y cuando más animado estaba el público en el estadio, las Fuerzas Armadas irrumpieron con un show aparte comenzando con la presentación de su grupo élite “Tigres”, creada por el Presidente para contrarrestar la ola delictiva del país.

Seguidamente un grupo de paracaidistas saltó desde un helicóptero a cinco mil pies de altura para caer exactamente en la cancha del coloso metropolitano en medio de la ovación de la gente.

La exhibición militar cerró con un simulacro de rescate de rehenes a cargo de las Fuerzas Especiales, cuyos miembros se lanzaron desde dos helicópteros reposados a poca altura  de la grama del estadio a la espera de las “víctimas” y los rescatistas con quienes alzaron vuelo dejando en las graderías una oleada de sonoros aplausos.

Igual deferencia recibieron las academias militares y de Policía, lo mismo que las acrobacias acostumbradas de los  aviones Tucanos y F-5 que surcaron los cielos capitalinos en repetidas ocasiones.

CIERRE ESPECTACULAR

Los colegios exaltaron los valores cívicos, culturales y religiosos a lo largo de su marcha.
Los colegios exaltaron los valores cívicos, culturales y religiosos a lo largo de su marcha.

Pasado estos eventos, que retrasaron los desfiles, la jornada quedó despejada para que el resto de los colegios que no habían ingresado al estadio exhibieran su poderío cívico y cultural.

De este modo, fue notoria la presencia de una docena de colegios de reciente creación con orientación religiosa como el Espíritu Santo, Santa Clara, Yavé Nissi, Santa María, Montes de los Olivos, entre otros, quienes enfatizaron con mensajes bíblicos y exaltación de los valores morales.

Otros institutos de mayor tradición como el Francisco Penzzoti, Gregg, Modelo, Moderno, Cultura Nacional, Hibueras y Jesús Aguilar Paz, se destacaron por sus sincronizadas coreografías.

Entre los últimos que ingresaron al estadio se hallaba el tan esperado Instituto Central Vicente Cáceres (ICVC) arrancando el aplauso de los presentes en cada entonación de su banda o los ritmos cadenciosos de las palillonas y pomponeras.

Para las 5:00 de la tarde y cuando la mayor parte del público había abandonado el recinto deportivo desfilaron los empleados del Instituto de Formación Profesional (INFOP) y los miembros de la Cruz Roja, Bomberos, y el Grupo Scoutt.