Bachilleres

La educación secundaria en Centro América se dividía tradicionalmente en tres ramas: magisterio, bachillerato, comercio. Con el paso del tiempo han surgido otras ramas de la enseñanza que le brindan a la juventud otros medios de subsistencia.

Magisterio y comercio han sido las profesiones no universitarias escogidas por los alumnos más pobres, pues les ha brindado la oportunidad de ganarse el pan de cada día a corto plazo. Parece que así es aún.

Lo malo es que los maestros encargados de dar el pan del saber dejaron de ser profesores (“profes”) y maestros (máistros) para convertirse en “trabajadores de la educación” que perdieron su vocación antigua, y solo se dedican a trabajar lo menos posible; cobrar lo más que se pueda; hacer “asambleas informativas” en lugar de impartir docencia, hacer huelgas ilegales y sacarle el pisto también a los padres de familia y alumnos. Resumiendo: se hicieron “marestros”.

La carrera de bachillerato en la práctica ha sido únicamente una suma de conocimientos útiles para ingresar a cualquier carrera universitaria, sin capacidad inmediata para entrar a la fuerza laboral. Actualmente el título es bachiller en ciencias y letras, pero inicialmente era bachiller en ciencias y artes, lo que se continuaba… en los corrillos populares… “burro en todas partes”. A eso se debe el cambio en el título de artes a letras.

La enseñanza en los colegios secundarios de hoy es extremadamente deficiente, haciendo que los nuevos ingresados a la UNAH se encuentren con enormes dificultades en su aprendizaje, por culpa de los “marestros”.

Sin embargo, nuestra juventud es noble, inteligente y tesonera… y haciendo uso de dichas cualidades, triunfará en la UNAH dedicándose al estudio intenso y constante, para lograr el 70% en sus notas, y más aún.

¡Ustedes estudiantes, librarán a nuestra Patria de la actual situación de desorden organizado, corrupción y delincuencia!

Blas D. Lagarandy
(Antiquísimo y ruco exestudiante)
Tegucigalpa, M.D.C.