Crimen de Alexander Berríos fue planificado por expertos mafiosos

Las autoridades de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) continúan con las pesquisas para tratar de resolver el misterio que rodea la muerte de dos mujeres y un hombre en la colonia Las Cumbres, de Tegucigalpa.

Para los investigadores de Homicidios de la DNIC, se tejen varias hipótesis, pero la más fuerte es que Alexander Orlando Berríos fue secuestrado cuando salía de uno de sus negocios en las cercanías de la colonia Loarque de Comayagüela, donde posteriormente lo llevaron a un lugar de Olancho donde fue ejecutado.

Antes de liquidarlo, Berríos fue torturado para sacarle la información necesaria a fin de delatar a otros grupos ligados con el narcotráfico o el crimen organizado.

Según algunos indicios, durante su interrogatorio brindó información sobre la ubicación de la vivienda y al parecer los asesinos le habían encontrado las llaves de su casa, ubicada en un sector de la colonia Las Cumbres.

El informe preliminar de Medicina Forense establece que Berríos podría haber muerto entre martes y jueves de la semana anterior, tomando en consideración el grado de descomposición que presentaba su cuerpo al momento del hallazgo.

AMORES DE SU VIDA

Los detectives atan cabos y manejan la hipótesis que antes de llevarlo a Olancho lo obligaron a que mostrara su casa en la colonia en mención, donde los delincuentes posteriormente regresaron para ejecutar a su esposa, Clara Francis Melara García (49), y a su hija Alexandra Berríos (17).

Otra versión investigativa, que está siendo confirmada o desvirtuada, es que una vez puesto en la vivienda lo obligaron a abrir o tocar la puerta, fue cuando salió al parqueo su esposa Clara Francis Melara (49) y los asesinos la sometieron a la impotencia dándole muerte al instante, al tiempo que otros compinches subían al segundo piso de la vivienda para ejecutar frente a su padre y en venganza a la joven de apenas 17 años, Alexandra Berríos Melara.

Según la hipótesis, basada en algunos indicios racionales como el abandono del vehículo blindado y las manchas encontradas en una de sus ruedas, una vez cometido el doble asesinato frente al esposo y padre, este fue llevado hasta Olancho donde supuestamente se encontraría el autor intelectual y el que habría ordenado su ejecución y la de su familia.

CRIMEN ORGANIZADO

El vehículo donde se conducía el señor Alexander Berríos fue encontrado en la colonia Loarque, con manchas de sangre.
El vehículo donde se conducía el señor Alexander Berríos fue encontrado en la colonia Loarque, con manchas de sangre.

Tras este penoso crimen, ya que se trata de la vida de dos personas inocentes y otro que tiene antecedentes penales, estaría involucrada una red bien formada del crimen organizado, ya que evidencia la forma profesional con que actuaron durante se dieron los acontecimientos que concluyeron con la muerte de las tres personas.

Los investigadores sospechan que una vez interceptado el vehículo de Berríos, este no quiso salir del mismo y se sospecha que durante estos minutos realizó varias llamadas por teléfono para pedir auxilio, razón por la cual se encuentran abolladuras en una de las puertas del ejecutado o al momento de su huida se les activó la alarma del automotor por lo que prefirieron dejarlo abandonado en la colonia Loarque de Comayagüela.

Asimismo, los delincuentes organizaron un plan desde hace varios meses con el objetivo de secuestrar a Berríos sin despertar sospecha, trasladarlo a la fuerza hasta su vivienda para asesinar frente a él a su esposa e hija, que según algunas informaciones, eran el amor de su vida y los victimarios se dieron cuenta de esto.

JEFE DE MAFIOSOS ESTARÍA EN OLANCHO

Posteriormente fue llevado directamente a las cercanías de un sector desconocido hasta ahora, en Olancho, para ser entregado a quien dio la orden de su muerte, por algún negocio que salió mal o alguna enemistad debido a alguna acción ilícita.

Otra evidencia de la forma profesional con que actuaron los ejecutores es el arma empleada, ya que a pesar que supuestamente portaban armas de grueso calibre, prefirieron no disparar para que los vecinos de  Las Cumbres no se alertaran y llamaran a la Policía, sino que cometieron sus crímenes con una soga mediante la estrangulación o asfixia.

Hasta el momento, los órganos de investigación no tienen pistas contundentes sobre el triple crimen, pero se analizan una serie de hipótesis, entre ellas por la forma de actuar propia de una red bien planificada del crimen organizado y el narcotráfico.