EL TRIÁNGULO NORTE

arquero3COMO no se volvió a saber qué quedó en concreto de la visita a Washington –donde abordaron el éxodo masivo de los niños migrantes– estos países, ni cortos ni perezosos, prepararon su propio “Plan de Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte”. El documento fue entregado por el Presidente hondureño al secretario general de la ONU, en presencia de las delegaciones de Guatemala y El Salvador y, a la vez, enviado a Obama por gestión de los cancilleres de los tres países en su reunión con el Secretario de Estado norteamericano. Tomamos parte del resumen ejecutivo: “En los últimos años los países del Triángulo Norte nos hemos enfrentado a un flujo constante y creciente de emigración, donde cerca del 9% de la población ha decidido dejar nuestros países, significando una gran pérdida de capital humano”. “Esta salida de nuestra gente del país se asocia en su gran mayoría a la falta de oportunidades económicas y laborales que ofrecen nuestras economías, la creciente violencia y la reunificación familiar”.

“Ante la reciente crisis migratoria, hemos dado respuestas inmediatas que aseguren los derechos humanos de nuestros menores, la reinserción de los migrantes retornados a la sociedad y la aplicación de medidas para desmantelar redes de tráfico de personas”. “Aunque hemos logrado cierto avance en mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes, nuestros esfuerzos han sido insuficientes para generar un cambio sustancial en la oferta de oportunidades y de progreso para nuestra población y ofrecerles una mejor calidad de vida que permita revertir el patrón demográfico de migración”. “El bajo y poco inclusivo crecimiento económico no ha generado el empleo necesario para absorber a nuestra creciente población. Los bajos niveles de inversión, los elevados costos de energía eléctrica y de logística, los problemas de conectividad son parte de los apremiantes desafíos al desarrollo que afectan nuestra competitividad y las posibilidades de aumentar el ritmo de crecimiento de nuestras economías”. “Esto se suma a nuestra limitada oferta y calidad de servicios de educación, salud, nutrición y desarrollo infantil que está colocando en riesgo a nuestros niños y jóvenes coartando sus posibilidades de prosperar”. “Esta falta de oportunidades para las generaciones presentes y futuras no ha dejado otras alternativas a nuestra población que migrar, continuar sumidos en los círculos de pobreza o vincularse, en el peor de los casos, a actividades ilícitas”. “Nuestros desafíos económicos y sociales se han agravado con el desbordamiento de los niveles de violencia e inseguridad y el impacto de los desastres naturales que hemos sufrido”. “Asimismo, es innegable que la capacidad financiera y de gestión de nuestros Estados se ha visto seriamente restringida por un espacio fiscal limitado, causado por los bajos ingresos tributarios y un gasto público de bajo impacto así como el peso creciente de la deuda pública”.

“Esta compleja situación a la que nos enfrentamos exige respuestas y acciones de corto y mediano plazo que ataquen las causas estructurales del problema”. “Estamos convencidos de que la única manera de lograrlo es si concentramos nuestros esfuerzos en la creación de las condiciones económicas y sociales para que en nuestros países haya más empleo y mejores oportunidades de vida, especialmente para nuestros jóvenes, niñas y niños”. “Guatemala, El Salvador y Honduras hemos acordado los Lineamientos del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte que guiarán las acciones prioritarias de mediano plazo que acometeremos para crear las condiciones de desarrollo que permitan el arraigo de nuestra población en nuestros países”. “Las líneas estratégicas de acción de este plan tendrán como objetivo: dinamizar el sector productivo para crear oportunidades económicas; desarrollar oportunidades para nuestro capital humano; mejorar la seguridad ciudadana y el acceso a la justicia; y fortalecer las instituciones para aumentar la confianza de la población en el Estado”. Es un plan somero. Ahora solo faltaría conocer la respuesta del socio del norte y la magnitud de su aporte como los compromisos que adquiera el resto de la comunidad internacional.