Torturados y en sacos encuentran cadáveres

Los cadáveres de dos personas, una mujer y un hombre, fueron encontrados en distintos sectores de Comayagüela, con sus cuerpos en sacos y con signos de haber sido torturados hasta morir.

La primera víctima fue localizada a eso de las 5:30 de la tarde, del miércoles anterior, en el fondo de un barranco ubicado entre la zona dos y cuatro de la colonia Cerro Grande, en el norte de Comayagüela.

Mientras que el cuerpo del hombre estaba depositado en unos sacos azules y según peritos forenses ya presentaba signos de descomposición, pues tenía alrededor de cinco días haber fallecido y lanzado en ese lugar.

Posteriormente, aproximadamente a las 9:00 de la noche del mismo día, en una calle de la colonia Altos de la Granja, otra persona fue encontrada en una acera.

Los restos mortales fueron reportados por conductores que pasaban por la zona, quienes vieron dos sacos de color blanco con un “bulto” sospechoso.

Una mujer fue encontrada dentro de unos sacos a la orilla de la calle que conduce a Altos de La Granja, Comayagüela.
Una mujer fue encontrada dentro de unos sacos a la orilla de la calle que conduce a Altos de La Granja, Comayagüela.

Cuando llegaron las patrullas policiales y las autoridades de Medicina Forense se enteraron que se trataba de una mujer que había sido estrangulada.

La fémina fue ultimada y para poder ser metida en los sacos blancos, los homicidas quebraron sus extremidades inferiores y superiores.

De acuerdo a las primeras pesquisas del doble homicidio, ambas personas fueron ultimadas mediante estrangulamiento.

Últimamente miembros de “maras” y pandillas matan a sus víctimas y rivales por asfixia o estrangulamiento, sin usar armas de fuego, para no alertar a la Policía o vecinos de donde cometen los horrendos crímenes.

Ambos cuerpos, luego de ser localizados fueron trasladados a la morgue capitalina por personal de la Dirección de Medicina Forense, donde permanecen en calidad de desconocidos, porque no portaban documentos de identificación.

De acuerdo a algunas hipótesis, las dos personas fueron raptadas de distintos puntos de Tegucigalpa y Comayagüela, siendo llevadas a la fuerza a las denominadas “casas locas”, utilizadas por pandilleros para cometer este tipo de crímenes.