Los dueños y conductores de los microbuses, mejor conocidos como “rapibrujos”, llegaron este miércoles al Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) para denunciar a la Policía Militar del Orden Público (PMOP) por el tiroteo que protagonizaron y donde resultaron heridas cuatro personas.
Uno de los representantes de los transportistas que operan de forma ilegal, manifestaron que no es la primera vez que presentan ese tipo de acciones.
“Nosotros estamos aquí debido al incidente que hubo en la mañana por parte de la Policía Militar, junto a los inspectores de Insep, que agarraron a tiros a un compañero e hirieron a cuatro personas”, manifestó.
“Entonces nos sentimos impotentes, no sabemos qué hacer”, añadió el ciudadano mientras esperaba que sus compañeros entregaban la denuncia.
Sobre las protestas que han protagonizado desde hace varios meses, indicó que las manifestaciones han sido pacíficas.
“Ya no sabemos qué hacer; andamos trabajando y dando un servicio a la población”, argumentó.
Los conflictos entre las autoridades de Transporte y los transportistas iniciaron el 16 de junio, cuando se decomisaron cien unidades.
Además, denunciaron ante el Ministerio Público (MP) al titular de la Dirección de Transporte, Yovanny Dubón y a la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina).
El representante de los microbuses, Pompilio Coello, reiteró que se sienten víctimas de una persecución estatal.
Cuestionó que el Gobierno no responde las necesidades laborales de cientos de hondureños y cercena las oportunidades de llevar alimento a sus familias.
En tono molesto calificó de tarifados a los comunicadores que los señalan como ilegales e infractores de la Ley.
Por su parte Dubón, aseguró que los operativos continuarán y que no se les otorgarán los permisos como ellos desean.