Varios elementos de la Policía Nacional de Honduras se convirtieron en todas unas parteras profesionales este domingo al atender un parto en plena avenida pública.
El insólito y humano hecho sucedió en el barrio Medina de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, cuando una mujer transitada con fuertes dolores en busca de asistencia médica.
Los gritos de dolor por las dilataciones llamaron la atención de los uniformados, quienes no pensaron dos veces para atender a la fémina.
En su intento de ayudar buscaron la manera de transportarla hasta el Hospital Mario Catarino Rivas, pero la situación era apremiante.
En rápida acción y sin dejarse vencer por los nervios la acostaron en una de las aceras del lugar y procedieron con las labores de parto.
Tras unos minutos de trabajo médico empírico lograron que la criatura saliera del vientre de su madre.
Con sumo cuidado cargaron al infante que al ver la luz del sol lloró, demostrando que el intento sobre humano de los policías había valido la pena.
El cordón umbilical que unía al recién nacido con su progenitora fue cortado por los mismos elementos, que con ternura consiguieron una camisa donde lo reguardaron del frío.
La madre y su hijo fueron trasladados a un centro asistencial para sus cuidados, pero jamás olvidarán quiénes los socorrieron cuando más lo necesitaban.