Robo de drogas habría costado vida de Julián Arístides González

La Corte Suprema de Justicia (CSJ), ya tiene en su poder la solicitud de extradición por parte del gobierno de Estados Unidos al subalterno de Héctor Emilio Fernández Rosa (“Don H”), a quien apodan “El Rojo”, por contar con su cabellera roja.

En la información que tienen los entes investigadores, indica que “El Rojo” tiene tres años de andar escondiéndose de “Don H”, por el robo de varios millones de dólares que le hizo, así como también la sustracción de varios kilos de cocaína que estaban enterrados en La Mosquitia.

Los 10 agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal que fueron apresados en La Mosquitia, el 13 de julio del 2009 con 143 kilos de cocaína, de los que 142 estaban escondidos en una casa y uno en poder de los detenidos, eran propiedad de “Don H”, pero “El Rojo” los mandó a robar con los agentes, mediante una fraudulenta operación encubierta de decomiso de drogas en ese sector.

Los policías que viajaron desde Tegucigalpa hasta La Mosquitia, fueron detenidos en posesión de armas prohibidas, como Ak-47, además el decomiso de la droga se hizo sin la notificación al fiscal, como lo ordena la ley.

En ese entonces aún estaba con vida el director de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN), Julián Arístides González, quien declaró a medios locales que “hay algunos malos policías dentro de la institución… hay que depurar la Policía”, pocos días después fue muerto en barrio El Guanacaste.

La historia recoge las declaraciones de González, quien además dijo que  “hasta el momento no hemos tenido acceso a ningún informe que me haya rendido el director de la DNIC, Francisco Murillo López, al señor ministro de Seguridad, eso lo vamos a estar haciendo en el curso de la semana para saber cuáles fueron las circunstancias que rodearon la salida de estas personas a un supuesto operativo”.

Dos días después, el Ministerio Público (MP) presentó 12 requerimientos fiscales contra los agentes acusados por delitos de tráfico de drogas, abuso de autoridad, violación a los deberes de los funcionarios, lesiones en contra de los señores Alberto Ramírez y Arnaldo Mendoza Dixon, usurpación de funciones por la competencia de territorialidad, ya que era un grupo de la DNIC asignado en Tegucigalpa.

Los acusados son: El jefe de la sección de homicidios de la DNIC, comisario Mario Guillermo Mejía Vargas y el subjefe de robo de Vehículos, Mauricio Zavala, así como sus compañeros Carín Romero, Wilmer Fiallos, José Villalobos, José Luis Borjas, Miguel Cerna, Hernán Ortiz y Carlos Díaz, junto a Carlos Sosa, inspector de Policía, este resultó herido al oponerse al requerimiento.