DESFILE CULTURA INMATERIAL: VIVENCIAS DE UN PASADO DE PAZ Y ARMONÍA

Maestros y alumnos del Técnico Pedro Nufio en penitencia.
Maestros y alumnos del Técnico Pedro Nufio en penitencia.

* Manifestaciones de lo que no se ve pero se vive y se siente.
* Hace falta mucho recorrido para proteger nuestro patrimonio cultural.
* Danlí vivió una intensa jornada durante la celebración del Día de la Cultura.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email: [email protected]

DANLÍ, El Paraíso. Hace aproximadamente ocho años el Programa Conjunto, Creatividad e Identidad Cultural a través de MUA (Mujeres en las Artes), elaboró para las Casas de la Cultura seis módulos de trabajo para el desarrollo del patrimonio local, que se han convertido en una excelente herramienta de trabajo para los gestores culturales.

En el módulo 6 hace referencia a tipos y niveles del patrimonio cultural. “Por un lado, ubicamos el patrimonio natural y el otro, el cultural. El primero se refiere a los paisajes y monumentos naturales constituidos por formaciones físicas y biológicas en un territorio calificadas de un gran valor por sus cualidades científicas y medioambientales. Por ejemplo: la Biosfera del Río Patuca.

Pobre muerto, enterrado en petate pero acompañado al final de sus días.
Pobre muerto, enterrado en petate pero acompañado al final de sus días.

En otro de los contenidos, afirma que el patrimonio cultural puede dividirse entre tangible (o material) e intangible (inmaterial). Se entiende que todas aquellas manifestaciones plasmadas en obras o en objetos que son valoradas por lo que representan en la vida e identidad de los pueblos constituyen el patrimonio tangible o material.

Mientras que el patrimonio intangible o inmaterial se refiere a lo que no se ve ni se toca, pero se sabe y se crea constantemente. O sea el conocimiento que se transmite de una generación a otra que caracteriza, articula y da continuidad a una comunidad.

El patrimonio que se hereda de las generaciones anteriores, constituye un elemento preponderante de nuestra identidad cultural y se recrea constantemente. No sorprende entonces que las sociedades valoren su protección. Como es conocido, Honduras no es una de esas sociedades que invierten sustancialmente en la cultura y la protección de su patrimonio. En ese sentido, puede verse que todavía hay mucho camino por recorrer para proteger nuestro patrimonio.

Bajo este marco de referencia, la Casa de la Cultura propuso al Comité Cívico y UNAH-TEC.DANLÍ con el proyecto de año académico Lucila Gamero de Medina, celebrar el Día de la Cultura con un desfile de la “Cultura inmaterial” con un enfoque que plasma el módulo citado de tres componentes: Asimilación del pasado.

Otra bonita estampa de las costumbres y tradiciones del ayer.
Otra bonita estampa de las costumbres y tradiciones del ayer.

Comprensión del presente. Voluntad para el porvenir. La idea de los desfiles a los que también se les denominó en su momento festivales de la cultura inmaterial surgió a partir del año 2001 por la Casa de la Cultura para clausurar las fiestas patrias el 28 de septiembre.

Posteriormente el Comité Cívico le dio continuidad pero este año atendiendo la iniciativa hubo un cambio de fecha para celebrar el Día de la Cultura bajo este marco cultural que nos vuelve al pasado para rescatar las tradiciones y costumbres, que es todo aquello que se refiere a la forma de ser, hacer y expresarse, cuando se trata de hábitos y representaciones simbólicas de las personas en sociedad.

En una sociedad como la nuestra cuando la mayor parte de la población vive sumergida en el temor constante; que está sometida al estrés por los múltiples problemas que los agobia y bajo la incertidumbre de si habrá un mañana diferente, la tarde del lunes inesperadamente apareció el colorido desfile de la cultura inmaterial con diferentes manifestaciones que pocas veces la población puede disfrutar como una especie refrigerio que hace olvidar por unas horas las situaciones difíciles que se enfrentan a diario.

Para muchos una agradable sorpresa, para otros una locura quizá y para los medios de comunicación local, indiferencia porque donde no hay sangre no hay noticia, pero para los estudiantes y los niños era transmitir un mensaje de vivencias de aquel pasado lejano de paz y armonía.

Estatua viviente representando un cortero de café.
Estatua viviente representando un cortero de café.

Cómo no recordar las posadas navideñas, las procesiones de la Inmaculada Concepción, en esta ocasión protagonizada por los estudiantes del Centro Técnico Vocacional Pedro Nufio. El vía crucis, con los estudiantes del Instituto Santa Teresita. La carreta tirada por bueyes de El Arenal cargada de leña de roble y ocote que nos recuerda el grito del pregonero durante las madrugadas en las calles de la ciudad.

Los campesinos que cargan sus machetes para ir al campo y realizar su jornada de trabajo. Las rezadoras con la cabeza cubierta con sus chalinas negras, el rosario y el novenario para rezar por el descanso eterno de los que partieron a la eternidad sin haberse confesado con el cura.

Los enterradores cargando el muerto en un petate sobre un camastro, seguido de los dolientes que a gritos lamentaban la partida de su ser querido y el bolito con la pacha de guaro llorando a moco tendido ponderando las virtudes del difunto al que nunca conoció.

 Los recuerdos de la era republicana.
Los recuerdos de la era republicana.

Esta escena de lloros, lamentos, rezos, chistes y comelonas solo se observan en las comunidades rurales cuando en un acto de solidaridad con el difunto y la familia los vecinos llevan comida, candelas, café, pan y guaro.

La gente que salía de prisa de sus trabajos detuvo sus pasos, los dueños de negocios salieron a la puerta sorprendidos pero animados por este inesperado desfile. La música de banda, los bailes folclóricos de jovencitos(as) luciendo vistosos colores. Un grupo de muchachas con vestidos a la usanza de los años 40 del siglo pasado. Una representación del General Francisco Morazán.

Una jovencita representando a Lucila Gamero de Medina y una pareja rememorando el matrimonio de la escritora con el doctor Gilberto Medina. El cortejo nupcial. Los juegos tradicionales dirigidos por la red de voluntarios culturales de UNAH-TEC-DANLÍ. Los zanqueros y el Grupo Teatral Maizales. Los niños de la Casa de la Cultura y otras tantas manifestaciones fueron el principal atractivo de una jornada cultural.

Los protagonistas de este evento: el Comité Cívico, Casa de la Cultura, UNAH-TEC.DANLÍ, alcaldía municipal y las instituciones educativas, Cosme García, IDO. Técnico Pedro Nufio, Escuela Normal España, Teodoro Rodas, Jardín de Niños de El Arenal, Instituto Santa Teresita, Grupo Teatral Maizales, Instituto Danlí.

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