MÉXICO,(AFP) – México lleva años soportando nuevas y cada vez más atroces noticias de violencia que dejan de lado a las del día anterior, pero ahora se niega a que suceda lo mismo con los 43 estudiantes desaparecidos hace casi un mes.
Decenas de miles de mexicanos volvieron a manifestarse ayer por todo el país para exigir al gobierno de Enrique Peña Nieto que encuentre con vida a estos jóvenes que, antes de desaparecer, fueron atacados a tiros por policías de la ciudad de Iguala (sur) y sicarios del narcotráfico.
En un país donde más de 80.000 personas han sido asesinadas y 22.000 desaparecidas desde el inicio de una ofensiva militar antidrogas en 2006, este caso ha logrado como ninguno mantener viva la indignación en las calles y acaparar buena parte de los espacios mediáticos desde las desapariciones del 26 de septiembre.
El punto clave de este coraje es que «se trata de estudiantes. Está la parte de la juventud, de la pureza y además tienen una base social, son activistas», señala a la AFP Roy Campos, presidente de la encuestadora Consulta Mitofsky.
Los 43 desaparecidos, la mayoría de entre 18 y 21 años, estudian para maestro en una escuela rural de la empobrecida comunidad de Ayotzinapa (Guerrero) conocida por su combatividad social y por ser un bastión de la ideología izquierdista de la Revolución Mexicana de inicios del siglo XX.
Entre los asistentes a la marcha, que según las autoridades concluyó sin incidentes, se encontraban los padres de los 43 estudiantes desaparecidos, quienes portaban cartelones con las fotografías de sus hijos. Detrás de ellos caminaron a paso lento integrantes de la Federación de Estudiantes Socialistas de las normales rurales así como el Frente Unido de Normales Públicas.
También marcharon representaciones de las universidades que expresaron su solidaridad con los padres y compañeros de los estudiantes de Ayotzinapa. Entre las escuelas asistentes se encontraba la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) y la Universidad Iberoamericana, entre otras.
En Jalisco, cerca de 10.000 estudiantes de la Universidad de Guadalajara salieron a las calles y en la fronteriza Ciudad Juárez los manifestantes cerraron un puente internacional que conecta con la estadounidense El Paso.