Déjenme decirles que…

JORGE-MONTENEGROLa crítica y el buen humor van de la mano, generalmente los caricaturistas de los diarios que se publican en cualquier parte del mundo con su arte critican a los funcionarios públicos, lo mismo ocurre con los programas humorísticos. Ahí nomás en México ridiculizan al presidente y sus ministros, en los Estados Unidos hacen máscaras de los expresidentes y al presidente actual como a los precandidatos a la presidencia, cómo a los partidos políticos les hacen críticas terribles y nadie brinca? Sin embargo aquí en Honduras uno no puede referirse a expresidentes o funcionarios en forma jocosa porque los arrastrados comienzan a brincar, se sienten ofendidos “ay Lulú”, mientras que el que recibe la crítica se ríe, los alabarderos de turno inmediatamente usan las redes sociales para echarle volquetadas de tierra a los caricaturistas, programas de buen humor o cualquier tipo de programa donde se haga reír a los oyentes.

Las figuras públicas están expuestas a la crítica, esta se acepta siempre que no sea ofensiva o que tenga que ver con la familia de ellas, eso sí es antiético y provoca malestar. Personas que en el pasado fueron funcionarios de X gobierno, a veces le dicen a los humoristas: “hey vos ya días que no me sacas en tu programa”, lo hacen para mantenerse en vigencia, así tienen la oportunidad de recibir llamadas, a veces exageradas, pero en el fondo esas personas se sienten satisfechas porque están siempre en el ambiente político. Muchos me han dicho: “Acordate de mí en las montenegradas”, o sea que la crítica con buen humor los mantiene vigentes, solo los sobalevas y arrastrados se molestan y quedan en evidencia como tales.

Mis programas humorísticos siempre se han referido a las figuras públicas sin llegar a la ofensa, en mi caso como gente de los medios me han llovido críticas que luego me entero de dónde vienen, a mí no me mueven la aguja con sus comentarios, no se le puede hacer daño a una persona ni a su familia porque diez enemigos ocultos o visibles le harán pagar su mala voluntad. Hubo un tipo que me trató de imbécil, de ignorante, etc., etc., y me mandó una maldición para toda mi familia, le pido a Dios que no se le revoquen sus malos deseos en su propia familia: “Con la vara que midas, serás medido”, así lo expresó el hijo del hombre. La ley del karma, la ley de causa y efecto también se cumple irremediablemente, lo malo que usted le desea a otra persona se le regresará con creces, es por eso que les digo a mis detractores, aunque se amarguen, que me sopla.

A veces sin que yo haya dicho nada tratan de ennavajarme contra otras personas, mi experiencia en los medios por más de 50 años deja correr las tempestades que azotan el corazón de los envidiosos y malvados. Hey vos -me dijo un expresidente- ya días que no me echas riata, decí cualquier papada con gracia y alegría, no me molesta, de todos modos la gente me llama y me da risa. Pero los mendaces, arrastrados, sobalevas, alabarderos siempre están sudando calentura ajena. Los alcohólicos anónimos tienen un axioma que dice: “Vive y deja vivir”, o sea que tenemos decenas de problemas personales qué resolver que de ninguna manera debemos meter la cuchara en la vida de los demás, eso está muy claro.

Hay que saber manejar las redes sociales, muchos quedan en evidencia no como buenos críticos sino que como verdaderos chismosos elevados al cubo, eso no les gusta, siempre creen tener la razón en todo lo que hacen o dicen, y cuando alguien les señala los errores pegan un brinco como las ranas saltarinas. Allá ellos, si ese es su modo de vivir, buen provecho. En cuanto a los programas de buen humor déjenme decirles que reír es salud, quita el estrés, alivia los pesares y resentimientos, hay que reírse aún en la adversidad. A los amargados solo hay que hacerles una pregunta ¿Cuál es tu dolor? Así que cuando vean que me hacen tucos más de algún inadaptado no lo tomen en serio, ríanse, rían bastante mientras la amargura consume a los envidiosos. Como dice un refrán “no pueden ver ojos bonitos en cara fea”.

No niego que he criticado a los expresidentes con buen humor sin llegar a la ofensa, tomo como referencia lo que de ellos publican los periódicos, o sea que no son inventos sino realidades. En cuanto a los partidos políticos raras y contadas veces me refiero a sus líderes cuando van en decadencia o cuando están triunfando, o sea las dos caras de la medalla. Los que están acostumbrados a echar los perros, lo hacen con la intención de congraciarse con el líder de su partido, van visualizando un futuro donde puedan agarrar merusa bajo la sombra del mandamás de su partido sin pensar en el daño que le causen.

De todo hay en la viña del Señor, como dijo Cuco Sánchez: “No soy monedita de oro para caerle bien a nadie, así nací y así soy, si no me quieren ni modo”. Las críticas me fortalecen, me dan cuerda, me animan a seguir criticando con buen humor, ese que han perdido ciertos mendaces que se ocultan tras las redes sociales para estar jodiendo el bote. Usan seudónimo no dan la cara, lo que los muestra como lo que son: ratas de la sociedad.