Bancos centrales afinan políticas divergentes

Los grandes bancos centrales del mundo contemplan para un futuro próximo políticas monetarias divergentes que responden a las diferentes situaciones económicas de sus países, según dejaron entrever en un simposio celebrado en París.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, esbozó un panorama macroeconómico global «mediocre», en el que el potencial de crecimiento, a medio y largo plazo, se ha visto amputado con los efectos duraderos de la crisis.

En un simposio con gobernadores de algunos de los grandes bancos centrales del mundo, Lagarde hizo hincapié en lo «frágil» de la recuperación económica y en su dimensión «desigual» y «fragmentaria», con tres grandes zonas marcadas por su ritmo de crecimiento anual del 1 %, el 3 % y el 5 %, respectivamente.

Entre los rezagados figuran en particular la zona euro y Japón, pero también dos de los grandes países emergentes, Rusia y Brasil, que «en el mejor de los casos» llegarán a esa progresión del 1 % de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2015.

La directora del FMI dijo que para hacer frente a esta situación, en particular a la amenaza de deflación en la eurozona, hay que utilizar todos los dispositivos posibles, lo que incluye las políticas monetarias, pero también «una política presupuestaria calibrada» y reformas estructurales que mejoran la competitividad.

Lagarde respaldó el enfoque presentado recientemente por el Banco Central Europeo (BCE), que mostró su disposición a recurrir a instrumentos no convencionales y a llegar incluso a la compra masiva de deuda soberana.

Pero en paralelo reiteró, en alusión sobre todo a Alemania, el mensaje de que los países que disponen de margen presupuestario deben utilizarlo para hacer inversiones «a condición de que sean necesarias».