Tegucigalpa,(ACAN-EFE).- Al menos 1.459 niños murieron de manera violenta en Honduras entre 2012 y 2013, la mayoría por armas de fuego, alertaron hoy autoridades de la Universidad Nacional Autónoma del país (UNAH) y la ONU, que instaron al Gobierno a fortalecer las políticas públicas para garantizar su protección.
El documento, denominado «boletín especial sobre violencia contra niños y niñas en Honduras», detalla que las muertes violentas de infantes en el país sumaron 737 en 2012 y 722 en 2013.
Las cifras fueron presentadas en Tegucigalpa por autoridades del Observatorio de la Violencia de la Unah, el Instituto Universitario en Democracia Paz y Seguridad (IUDPAS), con apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
La directora del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad, Migdonia Ayestas, dijo a Acan-Efe que la niñez es «la principal víctima» de la ola de violencia que afecta a Honduras, donde se registra un promedio actual de trece homicidios.
«Es una situación real, los niños y las niñas están padeciendo está vorágine de violencia y criminalidad» causada por el crimen, el narcotráfico y las pandillas maras , subrayó.
Ayestas enfatizó que «es preocupante» la violencia de la que es víctima la niñez hondureña e instó al Gobierno a combatir la pobreza y la falta de empleo, ya que, dijo, son las principales causas de la criminalidad en el país centroamericano.
La directora del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad afirmó que en lo que va de 2014 han muerto en Honduras al menos 346 menores de edad.
El estudio detalla que de los 1.459 niños muertos entre 2012 y 2013, el 85,8 % (1.252) correspondieron a hombres, en tanto que el 14,2 % (207) a mujeres.
Además señala que el 76,3 % de las víctimas fueron asesinadas con armas de fuego, 7,2 % con arma blanca, 5 % por estrangulamiento, 3,3 % con armas contundentes y el restante 8,2 % de otras formas como ahogamiento, quemaduras e intoxicación.
La investigación revela también que el 87,8 % de esas muertes violentas de infantes registradas entre 2012 y 2013 tenían una edad entre los 12 y 18 años, y el 12,2 % menores de once años.
El representante de Unicef en Honduras, José Espinoza, indicó a Acan-Efe que «es una situación lamentable» que la niñez hondureña sufra los efectos de las violencia causada por los adultos.
«Es preocupante de que al final de todo el niño y la niña terminen pagando como víctimas por una serie de decisiones de parte de los adultos», subrayó, al tiempo que dijo no entender por qué los criminales «se ensañan con un infante».
El funcionario de Unicef se declaró «alarmado» por la vulnerabilidad en que vive la niñez hondureña y exhortó al Gobierno a fortalecer las políticas públicas para garantizar su protección.
«Desde Unicef creemos que hay que hacer cosas urgentes para proteger la vida de los niños, pero también no hay que descuidar que (se debe) invertir en factores protectores, es decir como cambiar la percepción que la sociedad tiene acerca de los niños», explicó.
Además lamentó que la niñez de Honduras está siendo utilizada por bandas criminales como «instrumento para hacer cosas inadecuadas», y aseguró que para revertir esta situación los menores deben «tener una familia y mantenerse en la escuela».
Honduras también debe recuperar los espacios públicos, a través de actividades culturales y artísticas, para prevenir la violencia en el país, señaló el representante de Unicef, que pidió que la sociedad se involucre en la solución a estos problemas.