Suecia celebrará comicios anticipados en marzo para resolver crisis política

Copenhague, (EFE).- Los suecos irán a las urnas el próximo 22 de marzo tras la convocatoria hoy por el primer ministro, el socialdemócrata Stefan Löfven, de elecciones anticipadas, dos meses después de subir al poder y tras rechazar el Riksdag (Parlamento) sus presupuestos.

La convocatoria electoral se produjo un día después de que el partido ultraderechista Demócratas de Suecia (SD), tercera fuerza parlamentaria y aislado por el resto de formaciones, anunciara que apoyaría hoy la propuesta alternativa de la Alianza de centroderecha, rompiendo la práctica habitual de abstenerse en una votación presupuestaria de un gobierno en minoría.

El rechazo del centroderecha a la oferta de Löfven de negociar unos nuevos presupuestos hizo que el Gobierno descartase la opción de enviar su iniciativa de vuelta a la comisión de Finanzas y diese vía libre a la votación, que perdió por 153 votos contra 182.

En una comparecencia con Gustav Fridolin, portavoz del Partido del Medioambiente, su socio en el Gobierno, Löfven cargó contra la Alianza, en el poder entre 2006 y 2014, acusándola de permitir que sea el SD el que dicte las condiciones de la política sueca.

«Desde que se conoció el resultado electoral los cuatro partidos de centroderecha y Demócratas de Suecia han repetido su mantra: ‘Es responsabilidad de Löfven, él tiene que arreglar esto’. He asumido mi responsabilidad todo el tiempo, pero no voy a quedarme quieto y aceptar lo que ocurre en la derecha», dijo el primer ministro.

La decisión de SD de ejercer su condición de árbitro ha cambiado la situación política y la única salida era convocar elecciones anticipadas -las primeras desde 1958-, dijo Löfven, rechazando la opción de dimitir para que hubiese una nueva ronda de consultas del presidente del Parlamento con los líderes de los partidos.

Löfven, que desde que ganó las elecciones en septiembre había hecho guiños a los partidos de centro para romper el bloque de la Alianza, cerró la puerta a nuevos acercamientos hasta las elecciones y reiteró que mantendrá su pacto con los ecologistas.

La crisis del Gobierno sueco es una consecuencia de su precaria situación parlamentaria tras el apretado triunfo en las elecciones de septiembre con apenas el 38 por ciento de los votos, ya que Löfven excluyó al Partido de la Izquierda, que obtuvo casi el 6 %, para intentar atraer a las formaciones de centro de la Alianza.

Los socialdemócratas y el Partido del Medioambiente suman 138 de los 349 escaños del Riksdag, por 141 de la Alianza y 49 de Demócratas de Suecia.

Löfven fue elegido primer ministro gracias a la abstención de la Alianza, ya que en Suecia basta con no tener una mayoría en contra.

Pero se sabía que desde su subida al poder que el SD podía bloquear los presupuestos, opción que no ejerció la pasada legislatura cuando era el centroderecha el que gobernaba también en minoría, aunque menos precaria.

Su gran resultado en las elecciones, duplicó votos y escaños, y la fragilidad del Gobierno hicieron que la ultraderecha optase por desencadenar una crisis apelando a su exclusión de las negociaciones parlamentarias y a que el resto de partidos se opone a modificar la política de inmigración del país, una de las más abiertas de Europa.

«Demócratas de Suecia quiere que los comicios sean un referendo sobre inmigración», dijo su líder en funciones, Mattias Karlsson.

La medida anunciada por Löfven no parecía la opción más probable, ya que no está claro que ninguno de los bloques salga beneficiado, tampoco la Alianza; el Partido Moderado (conservador) aún debe elegir un nuevo candidato tras la dimisión justo después de las elecciones del ex primer ministro Fredrik Reinfeldt.

La extrema derecha parece ser a priori la única a la que le pueden convenir, aunque primero tiene que resolver la incógnita sobre su líder, Jimmie Åkesson, de baja por enfermedad desde hace un mes debido al estrés sufrido durante la campaña.

A pesar del anuncio de Löfven, la convocatoria de elecciones no se podrá hacer formalmente hasta el 29 de diciembre, cuando el Gobierno haya cumplido tres meses en el poder, como establece la legislación del país escandinavo.

La normativa electoral sueca no incluye como tal la figura de elecciones anticipadas, sino que se habla de extraordinarias, ya que los comicios legislativos ordinarios se celebran invariablemente cada cuatro años, por lo que en 2018 a más tardar los suecos deberán acudir de nuevo a las urnas.