“PUNTA DEL ICEBERG”

arquero3UNA muestra de las tácticas utilizadas para deshacer la oposición. De El País Internacional, publicamos párrafos de una publicación reciente: “Estamos mostrando la punta del iceberg, pero reposan en poder del alto mando político de la revolución bolivariana una gran cantidad de correos electrónicos sujetos a investigación criminal que involucran de forma directa a sectores de la ultraderecha venezolana”. “El alcalde de Caracas, mostró a través de la estatal Venezolana de Televisión siete mensajes que supuestamente probaban el más reciente plan urdido por la “ultraderecha venezolana” para derrocar al presidente. Acto seguido, la fiscalía local citó a los supuestos implicados y Maduro pidió públicamente su captura por parte de Interpol. Pero esta semana, a petición de uno de los acusados, la compañía Google ha certificado ante un tribunal federal de Estados Unidos que tales correos nunca salieron de sus servidores y que, en consecuencia, fueron falsificados”.

“El nombre del exasesor externo de la estatal Petróleos de Venezuela, –residente en Estados Unidos desde hace más de una década– estaba entre la media docena de opositores señalados por el alcalde por intercambiar correspondencia para planear actos de violencia en Venezuela, con estos objetivos en mente: “Sacar al gobierno constitucional del poder, asesinar al presidente constitucional de la República; crear un baño de sangre, que se instalara la violencia, y que eventualmente una injerencia extranjera entrara”. Uno de los mensajes atribuidos al exasesor y leídos en directo durante un acto del partido oficialista dice: “Vamos por todo y con todo, contra todo. Contamos con el departamento, la embajada y ahorita vienen las sanciones desde el Senado. (…) Tomemos como nos corresponde las calles del país, incluidas las de Palacio (de gobierno), y cerquemos a ese hijo de puta”.

“Desde el mismo momento de la acusación, el exasesor negó la autenticidad de los mensajes y demandó ante un tribunal federal de California que Google certificara si estos correos habían sido enviados a través de su servidor”. “La información suministrada por Google fue analizada, a su vez, por la empresa auditora Kivu Consulting, que llegó a las siguientes conclusiones, en un texto entregado a los tribunales: “Los emails en el Informe del Gobierno Venezolano claramente son montajes y no reflejan verdaderas capturas de pantalla”. “Los registros verificados provenientes de Google no demuestran prueba alguna de que estos emails jamás hayan existido. Los registros verificados provenientes de Google confirman que existe un email del 2011 que contiene líneas de texto que son idénticas a las de un presunto email del 2013 del Informe del Gobierno Venezolano”.

“Aunque la carga de la prueba recae en el acusador –declara el exasesor– inicié las medidas para llegar donde estamos hoy. Esos emails fueron inventados, y apostaría que el caso es el mismo para los otros cuatro correos electrónicos utilizados para vilipendiar y perseguir a un grupo de venezolanos que critican al gobierno de Maduro”. “Estoy haciendo esto porque vivo fuera, puedo recurrir a una instancia que me puede ayudar a defenderme, conozco cómo funciona la tecnología y estoy dispuesto a invertir dinero y tiempo para limpiar mi nombre.

¿Pero cuánta gente está presa ahora en Venezuela o se ha tenido que ir del país o está aterrada porque han utilizado en su contra mentiras de las cuales no tienen manera de defenderse?”. “Aún desde antes de asumir la presidencia de Venezuela, Maduro ha denunciado más de una decena de complots para asesinarle. En abril de 2013, en plena campaña presidencial, aseguró que su principal rival, el opositor Henrique Capriles, había reclutado a dos “grupos de mercenarios” en El Salvador para dispararle. Un mes después, dijo que el expresidente colombiano Álvaro Uribe había enviado a Venezuela a un grupo de “paramilitares” con el mismo propósito. Lo mismo hizo su antecesor, el fallecido Hugo Chávez, en más de 60 ocasiones”. En las últimas horas una diputada de la oposición, a la que despojaron del cargo, después que fue a la OEA a denunciar “la falta de democracia en su país, la violencia y la imposición desatada contra estudiantes en las calles”, fue imputada por iguales delitos de “conspiración” en el supuesto magnicidio.