Tía fue Cupido entre “Naty” y Mario Zelaya

El idilio entre Mario Roberto Zelaya Rojas y la chilena Natalia Ciuffardi Castro (28), fue obra de Cupido ayudado por Ruth Ciuffardi, la auxiliar de enfermería que trabajaba en un hospital local de Santiago de Chile, pero dejó la institución de salud hace varios meses, de acuerdo a la información brindada por personal del cetro.

Ruth, una enfermera de mucha experiencia en el centro asistencial, conoció a Zelaya, cuando este sacaba su especialidad en ortopedia y traumatología en el Instituto Traumatológico de la Universidad de Chile.

En la fotografía Luis Ciuffardi, padre de Natalia, quien aseguró ayer que “ella está muy bien acompañada de su familia y su hijo”.
En la fotografía Luis Ciuffardi, padre de Natalia, quien aseguró ayer que “ella está muy bien acompañada de su familia y su hijo”.

“Naty” como la llaman es muy apegada a su tía y muy a menudo la visitaba en el centro de hospitalario, donde Ruth ya había hecho amistad con Zelaya Rojas luego de trabajar juntos por varios meses.

En una de sus visitas al hospital, la auxiliar de enfermería fungió como Cupido, presentó a los dos “tortolitos”, que de inmediato echaron “chispas de amor”.

El romance se extendió durante la especialización de Zelaya, en vacaciones, regresaba a Honduras para mantener su vida con su esposa y sus hijos, pero retornó a Chile en varias oportunidades para mantener viva su historia de amor. La relación duró al menos cinco años.

TODO CAMBIÓ

Pero en junio del año pasado las cosas comenzaron a cambiar, los dos “tórtolos” tenían más cuidado, Natalia ya no viajaba tanto a Honduras y él trataba de no salir del país, puesto que el Ministerio Público había iniciado a investigar su gestión.

Sin embargo los ministerios públicos de ambos países ya habían empezado a analizar los movimientos migratorios de los dos, así como de un grupo de mujeres chilenas y costarricenses que ya salían y entrababan a Honduras dos veces al mes con dinero en sus maletas -menos de 10 mil dólares– para evitar ser detenidas en los aeropuertos.

La red de “prepagos”, que supuestamente comandaba “Ciuffardi”, inició un descanso obligatorio y dejó de sacar dinero de las arcas del IHSS. Sin embargo, ya habían sido extraídos 18 millones de dólares, que fueron invertidos por Natalia en residencias.

La pareja quedó flechada mutuamente hace casi cinco años.
La pareja quedó flechada mutuamente hace casi cinco años.

Esos y otros fondos serían usados para crear un centro de previsiones de seguridad social en Chile, ese sería el más grande de Santiago, al menos era el sueño que tenía la pareja.

El exfuncionario se presentó ante la familia Ciuffardi Castro como un hombre pudiente de Honduras y que además era un alto funcionario con amplio poder. Que era un millonario en el país y podían crear cualquier empresa que se imaginaran.

En octubre, un juez hondureño libró requerimiento fiscal contra Ciuffardi por el delito de lavado de activos, la alerta roja internacional estaba emitida, Natalia continuaba en su casa, debido a que el Ministerio Público de Chile comprobaba la documentación.

La captura de la chilena se produjo el lunes anterior en Santiago de Chile, en su residencia Los Bellotos, pero en la audiencia el juez chileno le otorgó la medida cautelar de libertad mientras sigue el proceso de investigación, la apelación de la Fiscalía sería el martes en Chile para pedir la prisión preventiva.

Patricia Castro, madre de la chilena: Todo era para que su hijo no quedara desamparado.
Patricia Castro, madre de la chilena: Todo era para que su hijo no quedara desamparado.

El padre de la chica, que hacía algunos trabajos de modelaje en su país, Luis Ciuffardi, dijo ayer a los medios que “mi hija está bien, bien acompañada de su familia y su hijo”, a la vez que dijo que no dará declaraciones por consejo de su abogada.

HIJO

El 23 de septiembre del 2013, Natalia fue llevada de emergencia al hospital, tenía problemas y el parto sería prematuro, por lo que Zelaya viajó a Chile a estar presente en el alumbramiento de su hijo Giuliano.

Sin embargo, la relación ya no era la misma, la chilena pasaba más tiempo con su familia, en su casa en Los Bellotos, casa que compró con dinero que le entregó Zelaya, debido a que las autoridades los tenían en la mira.

Natalia y Mario añoraban que su menor hijo fuera cirujano igual que su padre, para que fuese él quien en el futuro administrara el centro de previsiones que planeaban crear, y para lo cual ya habían comprado el lote de terreno.

Se informó por parte de la Fiscalía que varias de esas propiedades están en proceso de incautación.

La madre de Natalia, Patricia Castro, dijo que su hija no conocía de dónde provenían los fondos y que ella como madre del hijo de Zelaya solamente recibía lo que creía era para su buena estadía.

“Lo que Mario Zelaya le haya dado a mi hija y sus propiedades fueron adquiridas antes que naciera mi nieto Giuliano, y que eran para que su hijo no quedara desamparado y también para que mi hija se dedicara a su hijo”, dijo Castro a los medios, para defender a su hija.