Deficiente Registro Balístico Nacional

Señor Adán Elvir, director de Diario La Tribuna, como buen ciudadano, registré o matriculé dos pistolas, pagando los permisos respectivos aprovechando que el decreto del Congreso Nacional permitía hacerlo sin presentar documentos de compra, se me vencieron los permisos y aprovechando la amnistía decretada para renovarlo, me presenté al Registro Balístico Nacional el cuatro de diciembre como a eso de las diez treinta de la mañana.

El personal de recepción muy amable en la entrada del cuartel respectivo, pero el de verdadero servicio al público, sumamente pedante, completamente desinformado, deficiente y mal educado, hacen rebotar de un lado para otro a quien va a solicitar se le registren sus armas.

Se me había dicho que como yo ya tenía registradas mis armas y solo iba a revalidar permisos, solo debía presentar mi tarjeta de identidad, los permisos vencidos, hacer los pagos respectivos, llevar las armas con cinco proyectiles cada una y salir de ahí ya con ellas relegalizadas.

Como la primera vez, no me tardé más que 45 minutos, creí que en esta oportunidad el proceso sería más rápido, pero mi sorpresa fue que en primer lugar me dijeron que para dar citas solo atienden tres días a la semana a los ciudadanos de ocho a nueve de la mañana, y dos días a la semana en el mismo horario a empresas, agencias de seguridad y miembros de cuerpos armados.

Sin embargo, me dieron cita, pero imagínese usted que es para el mes de febrero, mismo en el que finaliza la amnistía, mientras esperaba que me atendieran de mala gana, pude observar la molestia de quienes tuvieron la fortuna de matricular o registrar sus armas, porque figúrese, no existe material para extender los respectivos carnés, y solo les estaban dando un papel comprobante del pago del registro y recomendándoles andar con prudencia y cuidado si iban a portarlas de alguna manera y dudando que con solo el comprobante no se las iban a quitar los que les registran.

Me dijeron que quizá a finales de este mes o comienzos de enero llegue el material para cumplir con el servicio completo de registro por el cual se paga antes de que se hagan los disparos de registro.

Pero además, resulta que usted saca permiso para portar un arma, misma con la que si es suertudo puede llegar a defenderse  en caso de una agresión de un delincuente, cosa de la que nadie está exento ante la falta de seguridad de parte de las autoridades constituidas, pero le dicen que no puede andarla consigo en un restaurante, un cine, un mercado, una tienda, un banco. ¿Entonces para qué legalizar, para qué pagar por un permiso?, si la misma en la guantera de un carro estacionado, mientras uno se mueve, no sirve de nada, mientras los delincuentes se pasean impunemente y fuertemente armados por todas partes.

Sinceramente, creo que quien registra un arma no está pensando en utilizarla insensatamente, sino para tener al menos un medio de defensa ante cualquier agresión, y que se debiera permitir su portación si se hace de forma oculta, comisada como dicen en mi barrio, porque al dejarla en el automóvil se vuelve un objeto inútil, ajá y si se roban el carro, hasta armado va el ladrón.

Soy de Tegucigalpa y no le doy ninguna de mis generales porque aún no he realizado el trámite que le menciono y al momento de hacerlo me puede perjudicar.

Gracias señor director por publicar esta denuncia.

Un ciudadano
Tegucigalpa, M.D.C.