El Partido Libertad y Refundación (Libre), la segunda fuerza política en Honduras, se encuentra en el dilema, que precisamente provocó su origen como instituto política: Apoyar el debate por la reelección presidencial o rechazarla.
Como el Partido Nacional (oficialista) abrió el debate al pedir al Corte Suprema de Justicia (CSJ) derogar el artículo constitucional 239 que prohíbe hablar de la reelección, la dirigencia de LIBRE, que siempre se han pronunciado a favor del continuismo, ahora no se pone de acuerdo para enfrentar el nuevo escenario.
«20 diputados tomamos la decisión de no apoyar esa petición de los nacionalistas, sería fatal para nuestros intereses», afirmó a latribuna.hn el diputado, Rassel Tome, uno de los más beligerantes dirigentes del novel partido.
Libre fue fundado por el expresidente Manuel Zelaya después de su derrocamiento el 28 de junio del 2009, precisamente por buscaba la reelección presidencial a través de la famosa «Cuarta Urna».
Tome reveló que en los últimos días, las sesiones privadas entre la dirigencia y la bancada de Libre han terminado en lo mismo: Sin consenso ante el planteamiento nacionalista.
Según dijo, el resto de los diputados, incluyendo al expresidente Zelaya, están a favor de la reelección presidencial, determinando así un nuevo rumbo de ese partido.
«No nos conviene apoyar esa iniciativa como lo propone el partido de gobierno porque sería luchar contra toda la maquinaria oficialista», opino el también legislador, Rafael Alegría.
A su criterio, ellos apoyarían una reelección presidencial, pero a través de un plebiscito y no por un fallo judicial.
Por su parte, Alejandra Mencía, que está en el grupo del expresidente Zelaya, opinó que esperarán ponerse de acuerdo en su partido para luego declarar la lucha política en torno al tema.
«Así divididos no podemos pelear ninguna lucha y ahorita son momentos cruciales», dijo Mencía.
Detrás de ese dilema, según los entendidos, se halla también una profunda diferencia ideológica y de intereses políticos del LIBRE, porque si apoyan la reelección cómo partido, el único beneficiado seria el expresidente Zelaya, quien sería habilitado para postularse nuevamente, dejando al margen los nuevos liderazgos que buscan también la candidatura presidencial.