CAMPAMENTO, Olancho. Un espeluznante crimen en contra de un estudiante de un centro privado de segunda enseñanza tiene conmovida a toda una población de esta comunidad.
Luis Omar Moncada de 20 años había desaparecido desde la noche del pasado 10 de diciembre cuando supuestamente varios amigos lo invitaron a una fiesta en una aldea cercana.
Un día después de su desaparición los familiares del joven comenzaron su búsqueda pensando que se trataba de una broma de mal gusto y que estaría en la casa de algún compañero de estudios.
Sin embargo, una llamada telefónica recibida por sus padres pidiendo una fuerte suma de dinero por liberarlo puso en contexto que se trataba de un secuestro exprés, un delito que tiene de correr a los habitantes de esta comprensión municipal.
En un inicio la familia estaba dispuesta a negociar el rescate, pero a cambio pedían una prueba que el muchacho estaba con vida, algo que nunca realizaron los delincuentes, que habrían matado su víctima un día después de raptarlo.
La incertidumbre y la desesperación motivaron a los parientes a interponer la denuncia a las autoridades respectivas, que a través de un equipo de investigadores de la policía del grupo antisecuestros iniciaron las pesquisas con la información que tenían.
NO HAY EVIDENCIAS
La madrugada del miércoles anterior se allanó la vivienda de Milton Maldonado (30) que junto a 2 hermanos más hubo siempre fuertes sospechas que sabían lo sucedido confirmó una fuente.
El detenido reveló dónde estaba enterrado el joven, precisamente en una zona montañosa entre campamento y Guaymaca conocida como Las Flores, hasta donde llegó ayer personal de medicina forense de Tegucigalpa y practicaron el reconocimiento del cadáver.
Después de quitarle la vida lo llevaron a enterrar confirmó el informante, debido a que el joven conoció a sus captores quienes vivían en la misma colonia y sabían el movimiento de sus padres una pareja dedicada al comercio en Campamento.
Al momento de su muerte Moncada vestía una camisa color naranja y jean color azul, presentaba varios disparos, los fiscales que participaron en el reconocimiento fueron el médico forense Luis Cruz, una fiscal de Talanga de nombre Sandi Romero y Fanny Barahona jefe nacional de la unidad de Antisecuestros y Pandillas.
Un otrora pueblo que hacia alarde de una tranquilidad envidiable se encuentra con una enorme preocupación pues en el último año la extorción y los secuestros rapiditos tienen con pánico principalmente a quienes trabajan y manejan cierta cantidad de dinero.
Hace unos 20 días un pastor evangélico de nombre Donaldo Acosta fue víctima aparentemente de los mismos bandoleros que cometieron este último crimen, el religioso pagó una fuerte suma por quedar en libertad.
Pero se ha negado a dar detalles de la tragedia por temor a que lo pueda matar, comentó otra víctima que ya experimentó en carne propia la angustia de tener a uno de sus hijos en cautiverio y por quien pagó 150 mil lempiras de rescate.