La hora de la Primera Infancia

Por Jaime Martínez Guzmán

jaime_martinez-70Hace algunos días se llevó a cabo en esta ciudad, el Foro Nacional de la Primera Infancia impulsado por la Primera Dama de la Nación, abogada Ana de Hernández, evento que, con el planteamiento de estrategias concretas y sistemáticas, determina la voluntad gubernamental de dar seguimiento a la política pública de Atención Integral a la Primera Infancia, la que tuvo su lanzamiento al final del gobierno anterior.

Hay que recordar que dicha política fue conformada bajo la iniciativa y liderazgo del organismo denominado Comité Interinstitucional de Atención a la Primera Infancia (CIAPI) integrado por representantes de entes estatales y de organismos no gubernamentales y con el patrocinio de UNICEF, lo cual se hizo mediante el desarrollo de un proceso participativo de consulta con diversos sectores nacionales, que incluyó a funcionarios y técnicos gubernamentales y de la sociedad civil, líderes de opinión, intelectuales, académicos, religiosos, empresarios, obreros, representantes de organismos cooperantes y de pueblos indígenas y afrohondureños y también a niños y niñas preescolares.

La Primera Infancia es la etapa de la vida que se extiende de 0 a 6 años, sin embargo, para los efectos de una atención adecuada a ella, debe considerarse su cuidado desde la etapa prenatal, con la atención y orientación debida a la madre progenitora. La atención integral a los niños y niñas de esa edad, es la base esencial de una formación adecuada del ser humano para que pueda enfrentar con éxito los desafíos en los años y etapas posteriores de su vida.

En efecto, es en los primeros años de vida y mejor desde su preconcepción, cuando deben ponerse las bases para que la persona se desenvuelva armoniosamente en todas sus facultades, es cuando su entorno debe abonarse adecuadamente para que su crecimiento y maduración no se vean torcidos por factores negativos.

Las investigaciones de la neurociencia, nos indican que el mayor crecimiento del cerebro del ser humano ocurre desde tres meses antes de su nacimiento hasta los tres años. Y siendo que este órgano es determinante en el desarrollo de capacidades, tales como las del lenguaje, visión, audición y de las facultades del conocimiento, y son ellas base fundamental de todo desarrollo y aprendizaje posterior; debe aprovecharse la etapa de la Primera Infancia para desarrollar tempranamente las potencialidades cognitivas, físicas, emocionales, sociales y afectivas, rodeando a los niños y niñas, desde el vientre de su madre, de todos los cuidados y procesos de atención en educación, salud, nutrición y protección, en forma integral u holística.

Dentro de la Primera Infancia, los niños y niñas que están en su fase segunda, entre los 4 y los 6 años, gozan de mejor atención al tener relativo fácil acceso a la educación prebásica. Sin embargo, es necesaria la universalización por lo menos del grado cero, preparatorio para el primer grado, principalmente, para las y los infantes de nuestras zonas rurales.

La atención a quienes están en la primera fase, o sea del nacimiento a los 4 años es completamente deficitaria, son los que menos intervención integral reciben, principalmente, los de sectores más vulnerables. Es ingente la potenciación de la educación inicial y la atención temprana de nuestra niñez, aprovechando los mejores tiempos de su desarrollo cerebral, de su moldeabilidad y de su receptibilidad a estímulos oportunos. Es bueno recordar que: “Los países grandes invierten en los niños más pequeños”.

La Primera Dama en esta administración del Presidente abogado Juan Orlando Hernández, está tomando una trascendental ruta para el desarrollo social de nuestro país, con la implementación de la política pública de Atención Integral a la Primera Infancia. Así se puede enfrentar con éxito el mejoramiento de las condiciones en que se desenvuelve la niñez de nuestro país; teniendo en cuenta los principios de la Convención de los Derechos del Niño, de la cual el Estado de Honduras es signatario.