Al menos por media hora de estruendo y una densa capa de humo estremecieron la capital de Honduras, al no más cumplirse las 11:59 de la noche del 24 de diciembre. Silbadores, luces de bengalas, cohetillos, varillas, y juegos artificiales y hasta “bombas” de grande magnitud nuevamente sonaron, haciendo caso omiso a la ordenanza municipal de “cero pólvora”.

El cielo se iluminó en Nochebuena, los juegos artificiales alegraron a los hondureños.
Alrededor de las 7:00 de la noche se comenzó a escuchar en la ciudad una serie de detonantes en menor escala, sin embargo a medida trascurrían las horas, el ruido se intensificaba en la ciudad, para las 10:00 de la noche, la “tronazón” había comenzado con más fuerza.
Las autoridades edilicias determinaron prohibir el comercio de pólvora para evitar que niños y adultos resultaron quemados, por lo que realizaron operativos en negocios, puestos ambulantes y bodegas, con el fin de sacar de circulación los artefactos explosivos.
Sin embargo, los comerciantes se las ingeniaron para expender el producto en los mercados y fue así como la capital del país nuevamente retumbó.
DECOMISOS

Los adultos “reventaron” cohetes desde tempranas horas de la tarde.
El l titular de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), Leandro Osorio, explicó a LA TRIBUNA que se registraron una serie de operativos tanto de saturación como otros, con el fin de encontrar negocios donde se estuviera vendiendo explosivos, pero solamente encontraron algunos puestos ambulantes con pequeños cohetillos. También las autoridades de la Alcaldía realizaron operaciones con el fin de encontrar pólvora en los mercados y así hacer que se acatara la ordenanza.
En un recorrido hecho por el rotativo, tanto en el centro como en los mercados, se pudo observar a comerciantes ambulantes vendiendo luces y volcanes, pero en el centro habría uno que otro vendedor que ofrecía “bombas”, pero al que percatarse de medios de comunicación como de elementos de la Policía Municipal salieron huyendo para evitar el decomiso.
“Mire, quitar los cohetes es quitar la única alegría de la Navidad, lo que debe buscarse es seguridad y precaución para evitar que haya personas quemadas”.

La población asegura que es la única distracción que tienen en Navidad y mientras se haga de manera responsable debe ser permitida.
Desde inicios de noviembre, las autoridades comenzaron el decomiso, para el caso el 11 de noviembre fueron sacados de circulación unos 500 mil lempiras en pólvora, entre tanto el 3 de diciembre, la incautación fue de 12 sacos.
Se estima que son los municipios aledaños a Tegucigalpa y Comayagüela los que expenden explosivos a la ciudad.
Antes del 24 de diciembre había dos niños quemados, ambos de 11 años, originarios del departamento de La Paz, y el joven Daniel Ernesto Hernández (23) de Tegucigalpa.
Mientras que una adolescente de 15 años perdió cuatro dedos de su mano izquierda y sufrió varias quemaduras mientras manipulaba un petardo, en San Pedro Sula, norte de Honduras, informó hoy una fuente oficial.
Las autoridades de la Secretaría de Salud estiman que más de 100 mil lempiras se invierte a diario en el cuidado de un menor que tiene quemaduras por pólvora u otros líquidos. Además que si no existe tratamiento a tiempo el paciente puede complicarse
INCUMPLIDA ORDENANZA

En Tegucigalpa existe una ordenanza municipal que prohíbe el uso de pólvora durante Navidad y Año Nuevo.
Las autoridades de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) lanzaron la campaña “Navidad sin Pólvora” a finales del mes de noviembre, con la finalidad de evitar niños quemados.
Los infractores de la ley tendrán una sanción de que va desde cinco mil a 60 mil lempiras de multa y si existe mutilación o muerte habrá deducción de responsabilidades penales.
Desde el 2006 con la implementación de la medida se ha notado una reducción de acuerdo a las autoridades, por lo que las autoridades llamaron a los hondureños a no utilizar esos productos explosivos.