Niño escapa de morir por beber “guaro”

Las atenciones de urgencias en las salas de emergencia del Hospital Escuela Universitario durante la Nochebuena no solo se caracterizaron por accidentes ni heridas, resultado de la violencia, sino que el personal médico se vio atareado por intoxicaciones alcohólicas.

Uno de los tantos casos fue el de un niño de 12 años, procedente de la colonia 14 de Febrero de Comayagüela, que el 24 de diciembre desde temprano se puso a competir con un amigo a ver quién ingería más aguardiente.

De acuerdo a lo manifestado por familiares, él no estaba preparado para beber “guaro”, pero quiso demostrar que era todo un “macho”, y con un vecino compraron dos litros y desde tempranas horas se encerraron a consumir la bebida alcohólica.

“Estos cipotes son unos traviesos, y a las 4:00 de la tarde se fueron para donde la casa de una vecina y cuando eran las 7:00 de la noche yo lo andaba buscando para que se cambiara, pero me dicen las niñas que él estaba en la otra casa”, relató su madre.

Indicó que ella fue a ver y se llevó la sorpresa que estaba empapado de agua y con los ojos virados en el suelo, al lado de una pila de la casa vecina. “De inmediato lo levanté y lo subí a un taxi para traerlo al Hospital, y el otro cipote no se embriagó porque, al parecer, mi hijo fue el que se bebió todo y es porque estaban apostando”, contó.

El adolecentes fue ingresado a la sala de emergencia pediatría y ya está fuera de peligro luego de desintoxicarlo. La madre dijo que ayer le daban de alta y le confesó que casi él solo se bebió los dos litros de aguardiente, porque su amigo un poco mayor que él le prometió que si se bebía el “guaro” le conseguía una novia.

De acuerdo a las estadísticas que se manejan en el Hospital Escuela, durante estos días festivos se registra un promedio de seis ingresos por intoxicación alcohólica, entre niños, jovencitos y adultos.