Organizaciones de protección de los consumidores solicitarán de manera formal al Presidente Juan Orlando Hernández, que diseñe una política orientada a reducir el costo de la canasta básica, tomando en cuenta que los precios de los combustibles siguen bajando.
Para estas organizaciones, la canasta básica se compone de 238 productos y su costo anda en alrededor de 12,700 lempiras, para el sector privado el valor no sobrepasa los 5,400 lempiras.
Los consumidores temen que a pesar que la gasolina ha caído alrededor de 30 lempiras de julio del 2014 a la fecha, los comerciantes, productores e industriales le aumenten a los productos de consumo masivo este comienzo de año, como siempre ha sido la costumbre.
La solicitud será en función de reducir el costo entre 12 a 15 por ciento, expresó que coordinador de la Asociación de Consumidores y Usuarios de Honduras (Aconsumeh), Adalid Irías.
La intención “es que la canasta básica sea revisada y controlada para que los padres de familia podamos tener precios competitivos y poder así comprarle los útiles escolares a nuestros hijos”, explicó Irías.
Aseguró que “los colegios de secundaria ya nos anunciaron matrículas por arriba de los 500 lempiras, cuando la orden del ministro de Educación (Marlon Escoto) es que sea gratis”.
Adicionalmente, manifestó que “en el Hibueras ya se nos dijo que el que no pague 500 lempiras no podrá matricular, en el Intae (también) se nos anunció que los niños que se van a graduar en el 2015, como requisito de matrícula tienen que pagar 2,500 lempiras”. Irías teme que estos cobros se produzcan en los demás entes educativos.
“Pero vamos a emprender una estrategia -agregó- esperamos tener una reunión (con el Presidente”, si es que el Ejecutivo quiere tomar con la debida seriedad el tema de la canasta básica, servicios públicos, útiles escolares y matrículas para beneficiar a los consumidores”.
Pedirán que la canasta básica baje a menos de 10,000 lempiras, mientras la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social (STSS) anunció la semana pasada un aumento al salario mínimo de 5 por ciento, pero a los consumidores les inquieta las alzas a la comida. (JB)
