Los conflictos interestatales y el terrorismo, riesgos de la década

Londres, (EFE).- Los conflictos interestatales, a menudo por recursos económicos y que son acicate para el terrorismo, son el principal riesgo para el mundo en la próxima década, según indica el informe anual del Foro Económico Mundial (FEM), divulgado hoy en Londres.
De acuerdo con «Riesgos Globales 2015», elaborado con el análisis de casi 900 expertos de sectores económicos, políticos y sociales, ese riesgo es «más probable» que los fenómenos meteorológicos extremos y la ingobernabilidad o hundimiento de los Estados.
También se impone al riesgo de inestabilidad social por desempleo o empleo precario, según la lista del FEM, que sitúa en primer lugar en cuanto al fenómeno de riesgo «con más impacto» una posible escasez de agua, seguido de la propagación de enfermedades infecciosas y las armas de destrucción masiva.
«Veinticinco años después de la caída del muro de Berlín, el mundo se enfrenta de nuevo al riesgo de grandes conflictos entre Estados», constató en una rueda de prensa la directora global de competitividad y riesgos del Foro, Margareta Drzeniek.
Drzeniek subrayó que, hoy en día, esos conflictos internacionales pueden tomar muchas formas y desarrollarse de diferentes maneras, «a través de ciberataques, competencia por los recursos, o sanciones u otros instrumentos económicos».
El informe destaca que el aumento de estos conflictos responde a que muchos países, decepcionados con la globalización, han vuelto a priorizar intereses propios, con un auge del nacionalismo en detrimento de la colaboración.
Los expertos detectan un creciente nacionalismo en Rusia, como lo demuestra la crisis con Ucrania por la anexión de Crimea; en la India y en Europa, donde la crisis económica y la decepción con los partidos tradicionales ha impulsado a la extrema derecha y a las formaciones euroescépticas.
Si la precariedad económica propicia el sentimiento nacional y los conflictos, estos amenazan las estructuras de los Estados y favorecen el avance del terrorismo, como sería el caso de Siria e Irak, apunta el informe.
El vacío de poder total o parcial en esos países lo ocupa el Estado Islámico, un movimiento terrorista «diferente de Al Qaeda y otros anteriores», pues «intenta construir un Estado y recluta con eficacia en el extranjero», explicó el director gerente de FEM, Espen Barth Eide.
Eide añadió que «la interconexión de la economía global aumenta el efecto económico de cualquier conflicto geopolítico», que puede tener consecuencias, por ejemplo, en el suministro de energía.
Entre los 28 riesgos analizados, enmarcados en cinco categorías (económicos, ambientales, geopolíticos, sociales y tecnológicos), el estudio destaca varios campos que, por su interconexión y potencial impacto, hay que vigilar en el futuro.
Uno de ellos es «el riesgo de la urbanización demasiado rápida» en países en vías de desarrollo, apuntó el director de riesgos de Zurich Insurance Group, Axel P. Lehmann.
Ello implica que las ciudades son más vulnerables a «pandemias, el hundimiento del poder o ataques contra este», mientras que la falta de sistemas de agua y transporte adecuados y los efectos del cambio climático suponen también «graves amenazas», indicó.
Otro campo que hay que seguir de cerca por su potencial de riesgo es el de las nuevas tecnologías, «desde la biología sintética hasta la inteligencia artificial», dijo el presidente de Riesgo Global y Especialidades del grupo asegurador Marsh, John Drzik.
Frente a los avances que se realizan en este campo, hay que estar preparados, «con marcos normativos adaptables y salvaguardas», para las posibles amenazas, como el terrorismo biológico o los errores humanos con consecuencias catastróficas.
«Nadie quiere que se produzca el equivalente biológico de la crisis financiera», observó Drzik.
En cuanto a la inteligencia artificial, el experto recordó que se calcula que en las dos próximas décadas un 47 % de los empleos en Estados Unidos podrían ser sustituidos por máquinas y robots.
«Nuestras sociedades se verán amenazadas por muchos riesgos en la próxima década», por lo que «es importante que los Estados aumenten su cooperación para hacerles frente», afirmó Margareta Drzeniek.
El informe del Foro, que se debatirá en la próxima cumbre de líderes mundiales en Davos (Suiza), expone los posibles riesgos «no para demostrar que el mundo es un lugar peligroso», dijo, sino para invitar a los Estados a «generar confianza entre ellos y buscar medidas mitigadoras».