Las “benditas” trancas…

Soy asiduo lector de diario La Tribuna, y les doy gracias por tener este espacio para poder  expresarnos cuando disentimos sobre algún tema.
Hoy me ocupo para hablar de los “benditos” portones de barrios seguros, con mucho  pesar he observado que el editorialista de Diario La Tribuna se la tiene contra estos “artefactos o trancas” como lo expresa en sus comentarios, los que últimamente son muy frecuentes en los editoriales de este diario, en los mismos el editorialista se ha mostrado afecto a que los mismos deben ser retirados porque interrumpen la libre locomoción y crean caos vehicular.- Si bien es cierto hay algunas zonas de la ciudad capital que no deberían tener estos portones por tratarse de calles de alivio ( sin embargo se abren en horas pico y se cierran en horas nocturnas), los mismos han sido una “bendición” para todos los moradores que vivimos atrás de estos portones.
Al editorialista le recomiendo que mande a uno de sus reporteros a hablar con los vecinos de estos barrios más seguros y como ha cambiado la vida en sus hogares, en nuestro caso en el sector que yo resido, antes de tener estas “trancas” el robo en las casas, el asalto a los residentes, el robo de accesorios de vehículos estacionados fuera de los garajes, era la orden del día, inclusive cuando yo salía de mi casa antes de abrir el portón en su totalidad asomaba la cabeza y observaba a ambos lados de la calle para verificar que no hubieran individuos extraños alrededor, ya que a un vecino al momento de sacar su vehículo del garaje lo despojaron del mismo a punta de pistola y con sus pequeños hijos adentro del mismo ya que los llevaba a su escuela, la acción fue tan rápida que apenas pudo sacar a sus pequeños hijos del auto que le estaban robando sin volverlo a encontrar, estos índices delincuenciales han bajado a cero por lo menos dentro de las “benditas trancas” y nos movilizamos libremente al grado tal que los niños pueden jugar libremente en las calles con sus bicicletas  o las famosas potras que se armaban antaño.
Creo que el editorialista vive en los famosos “circuitos cerrados” donde nos gustaría vivir a todos, pero que están hechos para unos pocos privilegiados por el alto costo de sus residencias, así que le solicito nos deje con nuestra alegría de las “trancas “en paz.
Godofredo Mendoza
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Residente satisfecho atrás de las trancas