Seguridad alimentaria campesina y las TIC’s en Honduras

“La agricultura a pequeña escala en Honduras se desarrolla en ecosistemas altamente frágiles, principalmente en zonas de laderas con suelos degradados, susceptibles a deslizamientos y a expensas de constantes alteraciones climáticas como sequías o inundaciones, lo que también afecta en mayor o menor grado a todos los países de la región centroamericana. A pesar de la importancia que tienen los productores de pequeña escala en Honduras, especialmente para la generación de alimentos y el autoempleo y subempleo en el sector rural, este es uno de los grupos sociales con mayor aislamiento y más vulnerable frente a los altos costos para la producción, con poco o ningún acceso a financiamiento o medios de producción. Lo anterior, entonces, figura como grandes barreras que impiden que los productores dedicados a este tipo de agricultura logren la estabilidad en la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de sus familias; además, tienen escaso acceso a información oportuna o tecnologías de la información que les permitan ampliar sus oportunidades productivas, de gestión y mercadeo. Debido a los altos costos y dificultades de acceso por cobertura o capacidades para operarlas (exceptuando la telefonía celular), las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) han sido poco utilizadas por este grupo, a pesar de que podrían apoyarles en la mitigación de algunas de las barreras que se mencionaron con anterioridad…” (Villa, Manuel. Flores, Manuel y Torres, Pedro. Informe de Investigación Proyecto “Mejorando la Seguridad Alimentaria y la Agricultura a Pequeña Escala en Honduras a Través de las TIC”).
Este proyecto fue ejecutado por la Red de Desarrollo Sostenible-Honduras (RDS-HN), con el apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (CIID-IDRC) de Canadá, con 3 experiencias pilotos en los departamentos de Francisco Morazán (comunidad La Vega, Marale) y Olancho (comunidades de Flor de Café y Nueva Esperanza en Catacamas). En estas zonas, predomina la producción de granos básicos a pequeña escala y la agricultura es la principal actividad económica de los hogares y son comunidades con perfiles representativos de la ruralidad hondureña. También son sitios con poca intervención de otras instituciones  y con la disposición comunitaria para participar en el proyecto. Se estudiaron los cambios en materia de seguridad alimentaria entre las familias campesinas, mediante la aplicación de las TIC para apoyar el incremento en la producción en las parcelas. Igualmente la adopción de mejores prácticas agrícolas, preparación de alimentos, la dieta y nutrición de los miembros del hogar, el saneamiento básico, aspectos organizativos que están relacionados con la disponibilidad de alimentos, el acceso y aprovechamiento por parte de las personas.
A manera de síntesis del proceso de empleo de las tecnologías, este alcanzó un número de 72 familias capacitadas para utilizar las TIC (de las 120 participantes), inclusive con réplicas de enseñanza entre adolescentes y niños en dos de las tres comunidades. Participaron la mayor parte de las familias  entre la firma de convenio o consentimiento de participación y las últimas actividades usando las TIC en temas relacionados a la SAN. La participación de las mujeres fue amplia en las tres experiencias. De la experiencia de los proyectos pilotos se han rescatado dos grandes líneas de acción a promover entre proyectos y programas de seguridad alimentaria, las cuales cuentan con el respaldo de los resultados de la investigación: la primera línea apunta al mejoramiento en la preparación de alimentos, cambio en la dieta y cuidados de la nutrición de menores de cinco años por medio de las TIC, con un método probado, más los contenidos validados entre productores a pequeña escala; la segunda línea de acción es en el ámbito de la producción a pequeña escala, con procesos de sensibilización ambiental para productores y productoras, con énfasis en la aplicación de mejores prácticas agrícolas y conservación de agua y suelo para el incremento de la producción de alimentos. Ambas líneas de trabajo contemplan el espacio escolar y la producción de huertos familiares como elemento vinculador de las familias con los procesos de uso de las TIC, capacitación y sensibilización. El trabajo de incorporación de las TIC al quehacer de los pequeños productores enfrenta barreras de diversa índole, principalmente económicas, otras educativas o de acceso a los servicios tecnológicos por los altos costos y baja oferta para este grupo, sin omitir otros factores culturales y de pertinencia en las actividades diarias de los hogares rurales, lo que se constató entre productores de las tres comunidades donde se establecieron los proyectos pilotos. A pesar de lo anterior, la comprensión acerca de las posibilidades que facilitan las TIC y los beneficios del acceso a la información es mucho más profunda que al inicio del proyecto, lo que hace pensar que estas familias que participaron en el proyecto tienen mayores posibilidades de adoptar tecnologías en el futuro o que estas son aptas para el trabajo con los productores y las productoras a pequeña escala, insertas en programas o proyectos para el desarrollo.
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