Los incentivos al cultivo de la palma aceitera en Honduras, están provocando la disminución de otros productos como la papa y el plátano, pese al buen precio que se paga por estos productos en el país, lamentaron ayer empresarios ligados al rubro.
El gobierno creó el 2014 un fideicomiso por 1,500 millones de lempiras para el agro, de los cuales, más de 960 millones son para la siembra de palma aceitera en las regiones del atlántico hondureño.
A criterio del empresario de origen cubano, David Cabezas, quien se dedica al procesamiento de plátano en la zona norte del país, es vergonzoso que Honduras importe este producto.
“No hay plátano en Honduras. Es una vergüenza que no tengamos nosotros una asistencia lógica para que haya plátanos. Y no solamente plátano, también es una vergüenza que en Honduras no se cultive una semilla de papa”, cuestionó el caribeño.
Considera que son millones de divisas las que se esfuman en la importación de estos productos, así argumentó que “se trae papa refrigerada de Europa y Estados Unidos”, porque faltan políticas agroalimentarias serias.
“El gobierno debe tomar una acción inmediata. El ministro de Agricultura debe actuar de inmediato y no solo dedicarse a la palma que (el precio) a veces está arriba y otras veces está abajo”.
En cambio, alimentos como el plátano mantiene un precio fijo en los mercados regionales, pero “tengo el 80 por ciento de la actividad parada por no tener fruta”, al tiempo de mencionar que resulta caro importar de Nicaragua o Costa Rica.
La mayoría de los plátanos que se consumen en el país provienen de Guatemala, agregó, en tanto que el precio anda en alrededor de 18 centavos de dólar, un costo mayor al que se ofrece este mismo producto en los supermercados de Miami, Estados Unidos, aseguró. (JB)
