San Pedro Sula a partir de 1900

Por: Armando Bonilla Gastel
Ya en 1900, San Pedro Sula, cabecera del recién creado departamento de Cortés, era la segunda ciudad de Honduras. Muchos extranjeros habían hecho de esta ciudad su segundo hogar. De México habían venido muchos franceses y alemanes después de colapsada la aventura de Maximiliano. Los constructores del ferrocarril habían traído inmigrantes desde Inglaterra y desde el Caribe. Desde Estados Unidos, a consecuencia de la derrota de los estados sureños en la guerra civil, vinieron emigrantes a Honduras.
Los Coleman, los Barnes, los Pierce, los Barrose, etc., se establecieron en San Pedro Sula y fundaron familias prominentes.
De Alemania en plena expansión comercial mundial, vinieron don Pablo Mayer, mi bisabuelo Eduardo Kraft, mi abuelo Hernán Gastel, don Ricardo Rogge y don W. H. Bennaton, quienes establecieron negocios aquí.
Mi otro abuelo, el abogado Manuel Antonio Bonilla, nativo de Tegucigalpa, fue el segundo gobernador político y comandante de armas del departamento de Cortés, y creó los municipios de San Manuel (Tehuma) y San Antonio (Talpetate).
Igualmente, de otros departamentos de Honduras vinieron personas emprendedoras a participar en el progreso de la ciudad. Don Juan R. López, don José Máximo Rivera, don Jacinto A. Meza, don Teodoro Hernández, don César Funes y don León Martínez, que estaban aquí desde antes de 1900.
Sin embargo, no todo era miel sobre hojuelas en San Pedro Sula, pues los más antiguos habitantes de este valle: los zancudos, producían epidemias de la mortal fiebre amarilla, que asoló esta ciudad en varias ocasiones; la última fue en 1906.
La fiebre amarilla no respetaba edad ni condición social, obligando a los sampedranos a refugiarse en otros lugares menos insalubres y, como dato curioso, en el lugar llamado Trincheras, ubicado entre San Pedro Sula y Choloma, se construyó un cementerio especial para las víctimas de esa fiebre.
En la fotografía que se adjunta (la #1) vemos una parte de los personajes más importantes de este pueblo, quienes fundaron la Logia Masónica Eureka No. 2, apadrinada por la Logia de Nueva Orleans.
Aparecen don Francisco Sunceri, ciudadano italiano que vino muy joven a San Pedro Sula y se casó con la copaneca Elena Pineda, con quien tuvo un hijo, Francisco (Chichí) Sunceri, quien estuvo asociado con el rey del banano, Samuel Zemurray y fue de los promotores del cultivo del cultivo del banano en este lugar.
Don Coronado Chávez: Vino de Comayagua y era sobrino del expresidente Coronado Chávez.
Don Ricardo Collier: Procedía de Guatemala y después de residir en el oriente del país se estableció en San Pedro Sula, donde se dedicó al comercio. Se casó aquí en Carolina Follín, recuerdo a sus hijos Cleofas Collier, quien contrajo nupcias con José Cabús, y Marcos Collier, quien se casó con Mercedes Sabillón.
Jacinto A. Meza: Era abogado y notario nativo de Comayagua, vino a San Pero Sula a finales del siglo XIX y emparentó por matrimonio con la familia Guillén. Construyó una linda residencia, que todavía existe en la esquina de la 5ta. ave. Y 2da. calle, S.O. Sus hijos fueron Tina, Concha y Jacinto.
Santiago Chávez: Nativo de Comayagua, abogado descendiente del presidente Coronado Chávez.
Adrián Carón: Era nativo de Nueva Orleans, de ascendencia francesa, hermano del próspero comerciante Luis Carón y se casó con la sampedrana Ernestina Torres. No dejó descendientes en San Pedro Sula, donde se dedicó al negocio de bienes inmuebles con mucho éxito.
Jesús Paz: Originario de Pinalejo, Santa Bárbara, estudió farmacia y era dueño de la “Farmacia Paz”, ubicada en el centro de San Pedro Sula, en sociedad con su hermano Miguel Paz Barahona, hermano también de doña Lucía Paz de Ruiz. Contrajo matrimonio con Florinda Hernández, con quien tuvo numerosa familia. Adquirió muchas propiedades en San Pedro Sula y sus alrededores.
Don César Fúnez: Era originario de San Antonio de Cortés, se casó aquí con Juana Reynaud, con quien tuvo a José, Aníbal, César, Meme, Isaac, León Crisanto (Sasán), y tres hijas mujeres: Juana, Laura y Leonor, todos ellos muy conocidos en la vida social, comercial y política de San Pedro Sula. Su casa de habitación estaba en la esquina de la 3era. calle y 3era. avenida, calle de por medio con el Hotel Internacional.
Antonio S. Maradiaga: Abogado y notario originario de Santa Rosa de Copán, se casó con Faustina López aquí en San Pedro Sula, tuvo una numerosa y distinguida familia. Recuerdo a sus hijos Antonio, Arturo, Dominga, María, Nancy y Tina. El abogado Maradiaga fue representante del Banco de Honduras en esta ciudad.
Jorge David: No tenemos información sobre esta persona.
José Pérez Gómez: Vino muy joven procedente de Cuba, probablemente allá por 1875. Era sobrino del generalísimo Máximo Gómez, héroe de la independencia cubana.
Se casó con Paulina Follín y tuvo de hijos a Antonieta, Dolores, Nina, Celia, Zoila, Carlos y Lisandro. Era dueño de casi toda la manzana entre la 4ta. y 5ta. Aves. Entre 3era. y 4ta. calle, S.O.
Mi abuelo Manuel Antonio Bonilla: abogado y notario nativo de Tegucigalpa, se casó con Matilde Lardizábal Xatruch.
José Máximo Rivera: Vino muy joven a San Pedro Sula, era triniteco y se casó con Leopoldina Pineda, con quien tuvo una numerosa familia. Adquirió posición política y fue alcalde de esta ciudad en 1900.
Tiempo, S.P.S., junio 28, 2001, P. 5
De izquierda a derecha: Francisco Sunseri, Coronado Chávez, Ricardo Collier, Jacinto A. Meza, Adrián Carón y Jesús Paz. Sentados de izquierda a derecha: César Funes, Antonio S. Maradiaga, Jorge David, José Pérez Gómez, Manuel Antonio Bonilla y José Máximo Rivera.
Vista de la actual Tercera Avenida, de sur a norte, desde la 4ta. Hasta la 1era calles. Nótese el farol de gas, ya que en esa época no había electricidad, y los alambres eran líneas de teléfono. En la esquina derecha aparece la casa de la familia Nuila, luego la Casa P. Mayer y Cía., le siguen la tienda de W.H. Bennaton, la Casa Rogge y la residencia de don León Martínez. También aparece la manzana donde está ubicada la iglesia católica y, al fondo, la Casa Cultural. (Foto tomada en 1905).
Parque Central: Vista del lado este, nótese la torre y reloj del cabildo.