Uno de los más importantes cabecillas de la banda criminal denominada “Los Cachiros”, se habría entregado en los últimos días a las autoridades de la embajada de los Estados Unidos, para responder por los delitos por los cuales se le acusan.
Se trata de Javier Heriberto Rivera Maradiaga , quien al parecer el pasado martes habría llegado a un acuerdo con los norteamericanos, sin que en la misma haya intervención de las autoridades hondureñas.
La información trascendió este sábado de manera extraoficial y hasta las 8:00 de la noche nadie la había confirmado, pero se estaba a la espera de un boletín informativo de la embajada de los Estados Unidos, no se sabe si para corroborar o desvirtuar la misma.
A mediados del 2014, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos designó como narcotraficantes a siete personas ligadas a la banda “Los cachiros”, de igual forma ligó cinco empresas hondureñas ligadas a la organización criminal.
La lista incluye a los hermanos Javier Heriberto Rivera Maradiaga y Devis Leonel Rivera Maradiaga, quienes son considerados dos de los más importantes líderes dentro de la organización dedicada al trasiego de drogas.
También mencio a Santos Isidro Rivera Cardona (padre), Esperanza Caridad Maradiaga Lopez (madre), Maira Lizeth Rivera Maradiaga (hermana), Santos Isidro Rivera Maradiaga (hermano), y Bismarck Antonio Lira Jiron ( líder de una célula nicaragüense para Los Cachiros).
En relación a las empresas se menciona a compañía Ganaderos Agricultores del Norte, S. de R.L. de C.V; Palma del Bajo Aguan, S.A.; Minera Mi Esperanza, S.A.; Inmobiliaria Rivera Maradiaga, S.A. de C.V; e Inversiones Turísticas Joya Grande, S.A. de C.V.
Es importante señalar que la mayoría de los integrantes de “Los Cachiros” son considerados extraditables y se encuentran profugos de la justicia, luego que en el 2014 las autoridades hondureñas les decomisaran varias propiedades entre ellas el zoológico y centro recreativo Joya Grande, situado en el norte de Honduras.
Esa propiedad actualmente se encuentra en poder de la Oficina Administradora de Bienea Incautados (OABI), así como otros inmuebles y vehículos de lujos incautados a “Los Cachiros”.