Por: Jacobo Goldstein
Después de un vuelo directo de Fort Lauderdale, Florida, a Seattle, Washington, que tuvo una duración de más de seis horas, me encuentro en una de las ciudades más importantes de la zona noroeste de esta nación, localizada relativamente cerca de la frontera de los Estados Unidos con Canadá.
Seatle es una metrópolis que incluye a varias ciudades más chicas y a varios condados, y la cantidad de habitantes que residen en esa amplia zona del mar Pacífico suma más de tres millones, seiscientos mil residentes. Un dato sumamente interesante es que Seattle es una de las ciudades que cuenta con mayor número de personas que han obtenido su título universitario. Además, sus autoridades civiles se han caracterizado por su gran conciencia social, y como nuestra de ello es que Seattle fue de las primeras ciudades norteamericanas en aumentar en forma considerable el salario mínimo que sus habitantes pueden devengar. Y es digno señalar que varias de las empresas más importantes del país tienen su sede y cuartel general en Seattle, empresas de la talla de Microsoft, Amazon, Boeing, Starbucks, Air Alaska y varias más, incluyendo las más famosa fundación no lucrativa del mundo, The Bill and Belinda Gates Foundation. La ciudad también es la sede de varias importantes empresas marítimas que se dedican a la pesca mientras que otras transportan turistas a Canadá y a Alaska.
Es digno señalar que Seattle cuenta con varios equipos deportivos profesionales de primera división, tales como los Marineros de Seattle, de las Grandes Ligas de Béisbol; los Seahawks (Halcones Marinos) del fútbol americano profesional, y los Seattle Sounders, del fútbol soccer profesional, la MLS.
La ciudad que tiene una notable amalgama de razas, cuenta con importantes museos, una excelente biblioteca pública, una famosa orquesta sinfónica y un edificio dedicado a la Opera. Sus habitantes también se caracterizan por su creencia que se debe defender el medioambiente y promover la cultura. Pero quizás lo que más distingue a esta polifacética metrópolis es la amabilidad de sus habitantes y la forma especial en que recibe y trata a sus visitantes.