Me encuentro de retorno en la Florida, después de haber pasado tres días en San Pedro Sula, donde me tocó la triste tarea de acompañar a mi hermano, a mi cuñada y a toda su familia en los séquitos fúnebres de mi querido sobrino, Mark, que falleció el miércoles pasado en un horrible accidente aéreo, en el cual también pereció su novia, Margie, y el piloto de la aeronave Cessna en que viajaban.
Mi hijo, José Enrique y mi yerno Eduardo me acompañaron desde Estados Unidos para que nos uniéramos a Gilberto, Alice y toda su familia. Una vez más, a nombre de todos los Goldstein, nuestro eterno agradecimiento a toda la población hondureña por ese tremendo apoyo, por esa avalancha de cariño y por las solemnes muestras de respeto que nos prodigaron a lo largo y ancho del territorio nacional, buscando mermar ese dolor que sentíamos y que nos desgarraba el alma. El amor y compañerismo que hemos recibido de parte de todos ustedes ha sido gigantesco y eso es algo que jamás olvidaremos.
Mientras tanto, aquí de regreso en los Estados Unidos me he encontrado con el hecho que el mal clima ha sido la noticia del momento, ya que toda la zona de noreste de esta nación ha estado siendo bombardeada por lluvias, inundaciones y vientos huracanados que han dejado a más de medio millón de personas sin corriente eléctrica y que ha trastornado el transporte aéreo estadounidense. El viernes las cosas estuvieron durísimas en la Florida y en otros desde Washington hasta la frontera con Canadá. Estados sureños y para el sábado y domingo ese mal clima estuvo afectando adversamente a la región comprendida.
En otras partes del mundo sigue temblando, con reportes de más movimientos telúricos en Japón e Indonesia, mientras que en Chile se produjeron más réplicas. Es increíble haber visto cómo en los últimos meses el globo terráqueo ha sido víctima de todas las adversidades meteorológicas posibles que la madre naturaleza ha querido enviar contra todos los que habitamos en este planeta.
Y mientras el mal tiempo ha reinado por doquier, el precio del petróleo ha estado subiendo y eso ha traído consigo que aumente el precio de la gasolina, lo cual no es cosa buena cuando la economía global sigue sin levantar cabeza.
Finalmente, ayer domingo a las 2:00 de la madrugada hubo cambio de hora en Estados Unidos y ahora estamos dos horas adelante de la hora hondureña.
Pongo fin a mi entrega de este día enviando un fuertísimo abrazo a la distancia a mi querido pueblo hondureño, al que nuevamente agradezco su gran notable solidaridad.