Caracas (AFP). El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y la oposición abrieron fuegos en una lucha de poderes que amenaza con elevar la tensión social y paralizar reformas para enfrentar la crisis económica, tras la aplastante victoria opositora en las parlamentarias.
Cambiando radicalmente el tono moderado con que aceptó la derrota el domingo, Maduro advirtió que enfrentará todas las acciones de la futura Asamblea Nacional, empezando por vetar la amnistía para presos políticos que propone la oposición como primer acto legislativo.
“A cada medida que tome la Asamblea le tendremos una reacción, constitucional, revolucionaria y, sobre todo, socialista”, expresó Maduro en su programa televisivo, al hablar de los comicios donde el chavismo perdió la hegemonía que tuvo por 16 años desde la llegada al poder de Hugo Chávez, fallecido en 2013.
Líderes opositores acusaron al oficialismo de “soberbia”. “Desgraciadamente la derrota los dejó política y emocionalmente en el suelo. Son incapaces de leer lo que el país les dijo”, aseguró el secretario ejecutivo de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.
“No buscamos pelea, pero no vamos a salir corriendo. El gobierno piensa que con bravatas nos van a intimidar, que se olvide de eso”, dijo el diputado electo Henry Ramos Allup, quien podría sustituir a Diosdado Cabello, número dos del chavismo, en la presidencia del Parlamento.
“Lo del presidente son patadas de ahogado. Aquí está planteada la separación de poderes y a él se le olvida que ya no es un solo poder. Y a la oposición le falta una visión de Estado. El país está en una crisis fuerte por falta de buenos liderazgos. Puede haber tensiones muy fuertes”, opinó Mercedes Pulido, académica de prestigiosas universidades del país.