Camino al 125 aniversario del PL en la encrucijada

Por: Octavio Pineda Espinoza (*)
El próximo 5 de febrero del año en curso, el Partido Liberal arriba a sus 125 años de existencia, dicho evento encuentra a la institución en una encrucijada más de su larga historia, no es la primera, a lo largo del tiempo el partido ha vivido cismas que lo han hecho tambalear y trastabillar pero al final siempre ha reencontrado el camino para reconstituirse, reinventarse y convertirse de nuevo en una opción de poder, de cambio y alternabilidad política; desde que los primos Policarpo Bonilla y Manuel Bonilla se pelearon por quién sería el candidato del partido, hecho que dio origen al Partido Nacional, de tiempo en tiempo el partido ha tenido eventos traumáticos que ha ido produciendo nuevas opciones políticas, el último de esos cismas produjo el nacimiento de Libre y algunos de sus exmiembros fueron a crear en el pasado los llamados partidos pequeños, ha habido suficiente caudal en su seno para crear otros partidos y siempre ha vuelto por sus fueros a levantarse y convertirse en el principal partido de oposición y en gobierno.
Se enfrenta en este momento delicado y vital para la democracia del país a decisiones torales que definirán su futuro cercano y su posibilidad de reganar la confianza del electorado y que configurarán el destino del país en los próximos años, su primera prueba de fuego viene con tres decisiones principales, la primera es la de establecer su posición clara y contundente frente al combate a la corrupción y la impunidad, y la credibilidad que le va a dar o no, a la misión de la OEA en la lucha contra esos flagelos en los términos que el gobierno ha dictado, la segunda, quizás la más trascendental, tiene que ver con la posición que tomará en la selección de los próximos magistrados de la Corte Suprema de Justicia, poder del Estado actualmente cooptado por el Ejecutivo en su búsqueda frenética e irresponsable por la reelección, poder que está en el corazón del problema del acceso a la justicia igualitaria para todos los hondureños y en la base de nuestro sistema constitucional e institucional debilitado por las últimas dos administraciones y una tercera decisión que tiene que ver con su revigorización interna generando una vida orgánica activa que construya consenso y definición de cara al futuro.
Lo cierto es que la autoridad partidaria, dirigida prudentemente por el abogado Mauricio Villeda tiene que actuar prontamente para generar los canales, los caminos y los consensos que revitalicen internamente la vida institucional, crear el diálogo suficiente con sus autoridades departamentales, municipales y locales, dirigir el traslape generacional que vaya produciendo el cambio de mandos eventuales en las estructuras representativas del país y establecer las grandes líneas para que su bancada en el Congreso actúe con espíritu de cuerpo y disciplina de partido, remozar su minuta doctrinaria y definir la plataforma ideológico-política sobre la cual va a montar una estrategia para reconquistar el poder en las próximas elecciones.
Cuenta con ventajas con respecto a las dos últimas instituciones partidarias surgidas recientemente, ambas han sido montadas, creadas y manejadas sobre el culto a la personalidad de sus máximas figuras que ahogan la vida interna de esas instituciones porque el liderazgo personalista de sus jefes no permite ni acepta disidencias ni propuestas diferentes como figuras presidenciables, cuenta con un largo acervo y experiencia recogida en el transcurso de 125 años de historia, tiene en la actualidad la mejor capacidad instalada para hacer verdadera oposición constructiva dentro del sistema de partidos vigente, tiene líderes históricos que deben contribuir a la unidad y fortalecimiento institucional y que le pueden hacer mucho bien si dejan a un lado intereses personales, tiene la responsabilidad suficiente para asumir decisiones que aunque sean de otro partido en el gobierno puedan llegar a ser útiles y necesarias para la gobernabilidad democrática y cuándo ponerle coto a los abusos del gobierno y tiene de acuerdo a las encuestas y a pesar de todo, la aceptación del electorado que lo ha colocado en este momento como segunda fuerza política del país.
De ahora al 5 de febrero todos tenemos que poner nuestro voluntariado y nuestro grano de arena para que las actividades ya definidas por la autoridad partidaria sean un éxito, y debemos con respeto y con responsabilidad contribuir al debate interno de los temas ya planteados para que con la horizontalidad de la discusión lleguemos a la unidad interna y a la búsqueda más idónea de nuestros futuros representantes y que así podamos celebrar 125 años más de brillante historia.
(*) Catedrático Universitario. Director Instituto de Estudios Económicos, Políticos y Sociales del PL