La ‘carne de laboratorio’ está cada vez más cerca de la mesa

La carne in vitro permitirá cubrir la creciente demanda alimentaria del mundo y, a su vez, será una manera de disminuir la necesidad de llevar a animales al matadero, deteniendo de manera paulatina el impacto medioambiental que supone la cría de animales para consumo humano.
En 2013 se realizó el primer gran paso, cuando el biólogo holandés Mark Post, de la Universidad de Maastricht, reveló los resultados de muchos años de trabajo: Cultured Beef, una hamburguesa de laboratorio.
La carne de la hamburguesa se realizó mediante un tejido en torno a 20 mil filamentos de proteína, que fueron cultivados a partir de las células madre de ganado.
«Nuestra hamburguesa está hecha de células musculares tomadas de una vaca. No las hemos alterado de ninguna manera. Para que tenga éxito tiene que verse, sentirse y saber como la real», dijo entonces Post.
Esto fue la piedra basal para que más científicos e innovadores alrededor del globo buscasen alternativas y, en la actualidad, ya existen varias, algunas ya en el mercado; otra, en camino de lograrlo.
carne-de-laboratorio2

En el camino de la producción en masa

Hace dos años, el costo de producción de la hamburguesa fue de USD 325 mil, aunque este año ya bajó a USD 11 por unidad (USD 80 por kilo).
A partir de los avances de Post y su Cultured Beef, la Fundación de Agricultura Moderna (MAF, sus siglas en inglés) está trabajando en desarrollar la producción en masa de carne in vitro.
Para lograrlo, eligieron la carne de pollo, ya que es una de las más populares en las distintas culturas del planeta.
«Cuando fuimos conscientes de que la carne cultivada en laboratorio podía ser una realidad, nos dimos cuenta de que ese es el camino para reducir el daño a los animales y al medio ambiente, al mismo tiempo que se avanza para cubrir las crecientes necesidades alimenticias del planeta», explicó Shir Friedman, cofundadora de MAF.
El profesor Amit Gefen, de la Universidad de Tel Aviv, lidera el primer estudio de viabilidad del mundo para analizar los costes y recursos necesarios para la producción, que se espera estará listo a principios de 2016.
«En la actualidad cerca de la mitad de la superficie del planeta tiene uso ganadero, un tercio del agua dulce disponible se utiliza para las cabañas de ganado y la mitad de las emisiones de gas de efecto invernadero provienen del transporte de las cabezas de ganado», comentó Friedman.
Según los especialistas, el impacto de la producción de carne sintética sería notable, ya que utilizaría entre un 7% y un 45% menos de energía, 90% menos de agua y un 99% menos de tierras agropecuarias. Además, se emitirían hasta un 90% menos de gases contaminantes en el proceso.
«Si llegáramos a ser unos 2.500 millones de personas consumiendo solo carne in vitro, en 30 años habríamos recuperado todos los recursos que hasta ahora se destinan a la producción de carne en la cadena habitual», explicó el Friedman.
carne-de-laboratorio1

¿Carne vegetariana?

La empresa estadounidense Beyond Meat creó una alternativa que podría hacer felices tanto a vegetarianos como carnívoros. ¿La clave? Utilizar la alimentación verde para generar un producto rico en proteínas y con el sabor de la carne.
Para lograrlo, la star-up liderada por el visionario Ethan Brown, analizó los elementos fundamentales que la componen: aminoácidos, grasas, minerales y carbohidratos y, a partir de este estudio, crearon una hamburguesa a base de arvejas que es capaz de capturar todo el sabor, la textura y la nutrición de la carne real.
Las tiras de pollo y carne molida -a base de soja y arvejas- ya están en las góndolas de varias cadenas norteamericanas y el próximo paso es el lanzamiento de la «Beast Burger».
«Será una manera de unir y deleitar a vegetarianos, veganos, e incluso fanáticos de la carne, gracias a que es amigable con el medio ambiente, con los animales, y por supuesto, con la salud», dijo Brown.