Un nuevo modelo de Policía Comunitaria les quitará el comportamiento hostil a los agentes, sustituyéndolo por un trato cordial con la población. De esta manera, la Policía busca recuperar la confianza y lograr un acercamiento con los habitantes de los distintos barrios y colonias de cada municipio.
Este método, que tiene como propósito reducir los índices de criminalidad en Honduras, fue lanzado la semana anterior, en el 134 aniversario de la Policía Nacional, con la participación de toda la cúpula y autoridades de gobierno.
Para el coordinador de la Alianza por la Paz y la Justicia (APJ), Omar Rivera, quien ha participado en el sistema de reforma policial, uno de los principales objetivos del modelo es que los policías, de una vez por todas abandonen su vocación castrense, que data desde que las Fuerzas Armadas (FF AA) la dirigían.
“El enfoque comunitario es menos represivo, porque va encaminado a interactuar con la sociedad, a adentrarse en las comunidades y poder constatar cuáles son los problemas”, describió Rivera.
Explicó que se trata de un esquema contrario al de la Policía Militar del Orden Público (PMOP), porque los militares están preparados para responder con sus armas en caso de un conflicto, y no tienen la formación para mediar.
“El trabajo debe ser preventivo y no represivo, ahí es donde estriba la principal diferencia entre el accionar típico de la Policía Nacional y este método comunitario, además privilegia el respeto de los derechos humanos, situación que no ha sido una característica de los órganos policiales del país”, destacó Rivera.
CAMBIO
El coordinador de la APJ apuntó que la preparación de los policías ahora será más integral, porque la formación de los agentes de la escala básica pasó de tres meses a 11, en los Institutos Tecnológicos Policiales (ITP), donde les dan las metodologías para poder intervenir sin hacer uso de la fuerza, a menos que el caso lo amerite.
Para aplicar el nuevo modelo se debe fortalecer la infraestructura en las zonas donde estarán los agentes, es decir, que se necesitan estaciones de policía con todas las condiciones necesarias para que se puedan arraigar en esos espacios.
En los próximos años se va a duplicar el número de policías, por lo que pasará de tener 12 mil a 23 mil policías. Esta nueva generación debe poseer esa formación orientada a los derechos humanos y sensibilizarla para que sepa interactuar con la sociedad.
“Este enfoque comunitario, también lo tienen que recibir los altos oficiales, que tienen esa visión militarista, vertical y represiva, donde se puede generar un contraste bastante importante con los de la escala básica y obstaculizar la implantación de este modelo”.
Pero la responsabilidad no solo es de la Policía Comunitaria, también la deben integrar los gobiernos locales, al mejorar los servicios públicos; las distintas secretarías de Estado vinculadas al área social, implementando sistemas de acceso a la educación, la salud y generar empleo, especialmente juvenil.
El modelo ya se está implementando en las Unidades Metropolitanas de Prevención (UMEP), cuatro de la colonia Kennedy y la UMEP dos, ubicada en el barrio Belén de Comayagüela, es decir los sectores con más conflictos en la capital.
En cuanto a la zona norte se refiere, ya se aplica en Cortés, en la UMEP seis y ocho, donde los policías están en proceso de capacitación; luego se extenderá a otras unidades como Choluteca, Copán y La Ceiba.
DATOS
Un estudio de percepción ciudadana sobre la inseguridad y victimización en Honduras del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), del año 2014, revela que el 15 por ciento de la muestra confía en la Policía Militar del Orden Público (PMOP), el 13.9 por ciento en las Fuerzas Armadas (FF AA) y solo un 5.2 por ciento en la Policía Nacional.
EL RETO VOCACIÓN DE SERVICIO
El jefe del Modelo Vocacional de Servicio de Policía Comunitaria, comisario, Ángel Luque, aseguró que “el principal reto es poder inculcar en el policía ese cambio de actitud, que pueda elevar su nivel de confianza, de actuación y tener la vocación de servicio para cumplir con este modelo”.
Parte del incentivo que tienen los agentes del orden para desarrollar este mecanismo es el apoyo que están recibiendo en cuanto al equipamiento, el cambio de uniforme y las mejoras salariales.
Luque señaló que no existe ninguna zona donde no entre la Policía, ya que “en los lugares donde quizá no ha llegado puede ser por factores logísticos, es decir, por falta de patrullas o porque les quiebran los vidrios, y si no lo justifican, debe pagar eso; pero ahora se buscará el acercamiento con la sociedad”.
De momento se han capacitado 1,610 elementos y las jornadas duran 10 días, pero la formación es progresiva debido a que no pueden estar fuera de las calles todo el tiempo y se espera que a mediados del próximo año esté implementado el sistema a nivel nacional.
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Policía busca generar confianza y seguridad en la población
