La ONU pide a beligerantes sirios que permitan la ayuda a millones de civiles

Ginebra.- A tres días de que comience en Ginebra la nueva ronda de negociaciones sobre el conflicto sirio, la ONU hizo hoy un llamamiento desesperado a los beligerantes y a quienes les apoyan para que permitan la distribución de asistencia humanitaria a todo el país y dejen de atacar a los civiles.
«Hay 4,5 millones de personas en Siria a las que no podemos ayudar de forma regular. Es hora de que esto acabe. Es el momento. Si las partes en conflicto no se ponen de acuerdo sobre eso ahora, ¿cuando lo van a hacer?», se preguntó el representante humanitario en Siria, Yacoub El Hilo, durante una conferencia de prensa.
En ella también estaban representantes de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación Humanitaria (OCHA), de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de Unicef y del Consejo Noruego para los Refugiados.
Cada uno de ellos se dedicó a describir la situación desesperada que atraviesa el pueblo sirio y argumentar por qué es necesario que el acceso se conceda ya.
«Es nuestro derecho y nuestra obligación bajo la ley humanitaria internacional poder asistir a aquellos que lo necesitan. Pero tras 5 años de traba, queremos aprovechar el momento de que las negociaciones se retoman, para solicitar algo que no debería pedirse ni tan siquiera cuestionarse», señaló el secretario ejecutivo del Consejo Noruego de Refugiados, Jan Egeland.
«No estamos esperando a ver si sucede, tiene que suceder», enfatizó El Hilo.
Desde aquí hago un llamamiento a Rusia, Estados Unidos, Irán, Arabia Saudí y Turquía para que usen su influencia sobre las partes para convencerlas que el acceso sin trabas es esencial. Sino, lo lamentarán durante décadas», agregó Egeland.
El viernes comenzará en Ginebra una nueva ronda de negociaciones entre los beligerantes auspiciadas por la ONU y coordinadas por su enviado especial, Staffan de Mistura.
Con respecto a que es lo que los humanitarios harán para obtener el acceso, Egeland fue rotundo «hablaremos con quien haga falta con tal de ayudar», al tiempo que el jefe de operaciones de la OCHA, John Ging, añadió que «la ONU hablará con quien sea, cuando sea, donde sea para poder distribuir ayuda a quien la necesite».
De los 4,5 millones de personas que no tiene asistencia humanitaria regular, hay unos 450.000 que viven bajo sitio, y la mitad de ellos, residen en zonas controladas por el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Asimismo, los humanitarios solicitaron que acaben los ataques a hospitales, escuelas y civiles en general.
Sobre el terreno, la realidad no hace más que empeorar y «es, sin duda la peor situación humanitaria con la que nos enfrentamos en el mundo», sostuvo Ging.
Según datos de la ONU, en casi cinco años de guerra, han muerto en Siria 260.000 personas y más de 12 millones de sirios, entre ellos 5,5 millones de niños, necesiten asistencia humanitaria inmediata.
Más de 4 millones de personas han huido al extranjero y hay unos 8 millones de desplazados internos en el país, muchos de los cuales se han visto obligados a cambiar varias veces de lugar.
El 67 % de la población vive bajo el nivel de la pobreza; el 50 % de los hospitales y de los ambulatorios han quedado destruidos, por lo que las condiciones sanitarias de la población son pésimas, en especial de los niños, con un alto riesgo de contraer enfermedades por no estar inmunizados contra ellas.
«Han surgido brotes de sarampión y de tos ferina y los niños comienzan a enfermarse a niveles alarmantes», dijo la representante de la OMS en Siria, Elisabeth Hoff, quien explicó que antes del conflicto, las tasas de inmunización eran del 90 % y ahora son del 50 % en general y en algunos lugares del 10 %.
Agregó que «por eso insistimos en el acceso sin límites, para entre otras cosas, poder llevar a cabo una amplia campaña de inmunización».
Hoff confirmó que las fuerzas del régimen de Bachar al Asad no han permitido la entrada de una segunda clínica móvil a la localidad asediada de Madaya.
Precisamente, Hageland pidió específicamente que acabe el uso de la inanición como arma de guerra.
Por su parte, Anne Singer, representante de Unicef en Siria denunció que dos millones de niños están sin escolarizar; uno de cada cuatro colegios no puede ser usados; 35 escuelas fueran atacadas en 2015; y 5.000 profesores han sido asesinados o se han visto obligados a huir.
«Antes de la guerra el porcentaje de escolarización era del 90 %. El país ha pedido dos décadas», destacó Singer, que también denunció el uso de niños soldados en el campo de batalla e informó de que la entidad contabilizó 327 niños soldados el año pasado «pero sabemos que es la punta del iceberg». EFE