El emperador de Japón, Akihito, cumplía este miércoles una visita oficial en la capital filipina, coincidiendo con el setenta aniversario de la reanudación de relaciones diplomáticas bilaterales.
En su agenda incluía una entrevista con el presidente Aquino y su paso por el Cementerio de los Héroes, construido en recuerdo de los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial.
Pero no todos disfrutaban su presencia.
Decenas de personas salieron a protestar en rechazo a los excesos del ejército nipón durante su ocupación entre 1942 y 1945.
En ese período, miles de mujeres filipinas fueron obligadas a prostituirse en prostíbulos militares.
Siete de ellas aún con vida encabezaron la manifestación.
Corea del Sur y Japón llegaron a un acuerdo para zanjar un conflicto similar.
Pero la cuestión en Filipinas no será tratada durante la visita del emperador.
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Filipinas protestan ante visita de emperador de Japón
