Nuevos partidos políticos, vendedores de ilusiones

Por Miguel Osmundo Mejía Erazo*

La Constitución de la República de Honduras en los capítulos IV y V se refieren a los partidos políticos y a la función electoral, y el Artículo 45 menciona que “Se declara punible todo acto por el cual se prohíba o se limite la participación del ciudadano en la vida política del país”. Por su parte la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas en el Título V, Capítulo I y los artículos 62 al 67 específicamente, norman la naturaleza, requisitos, funciones de los nuevos partidos políticos y toda la ley establece procedimientos para la actividad, tanto de los partidos políticos como el de los electores. El Artículo 63 de la referida ley establece que un número no menor de 50 ciudadanos hondureños podrá comparecer ante un notario manifestando su propósito de constituir un partido político, esta acta notarial será parte de los requisitos de inscripción que establece el Artículo 65 en el numeral 7 donde menciona que deberá presentarse una nómina de ciudadanos que respaldan la solicitud, equivalente al dos por ciento (2%) del total de votos válidos emitidos en la última elección general en el nivel presidencial. (Aproximadamente unas 63,109 firmas, según resultados del 2013).
Los magistrados del Tribunal Supremo Electoral han manifestado que hay unos cinco nuevos partidos políticos en búsqueda de su inscripción, hemos visto en lugares públicos y comparecencias en medios de comunicación a promotores o dirigentes de estos nuevos partidos prometiendo el cielo, mar y la tierra a quienes tratan de convencer por la firma, hay unos que se atreven a decir que todo hondureño tendrá un salario de setenta y cinco mil lempiras, otros prometen hacer de este país una nueva República, otros proporcionar salud y educación gratuita de la mejor del mundo y muchas promesas más. Algunas ideas nos parecen buenas pero descabelladas e ilusorias y algo que deseo mencionar, la mayoría de estos nuevos políticos son desconocidos por la población, en buen castellano, son compatriotas posiblemente con buenas intenciones e ilusiones pero de bajo perfil político-social, muchos amigos me han comentado que estas personas no son más que vendedores de ilusiones o a saber qué andan buscando. Suficiente tenemos con las promesas e ilusiones de los actuales partidos y hay para todos los gustos y pensamientos, además pienso que el problema está en las personas y no en los partidos, si cambiamos positivamente nosotros, podemos cambiar la sociedad.
En las últimas elecciones generales del 2013 se contaron 3,274,920 sufragios de los cuales 3,115,448 (95%) eran votos válidos a nivel presidencial, dos partidos en alianza, FAPER y UD, obtuvieron 3,118 votos, el PINU-SD 4,468, la Democracia Cristiana. 5,194 y la Alianza Patriótica 6,105, ninguno de estos partidos llegó al 2%, dos partidos desaparecieron y los cuatro restantes se salvaron porque obtuvieron un diputado a pesar que tienen una larga trayectoria y cuentan con hombres y mujeres muy reconocidos en el ámbito político, la intención del voto se fraccionó y fueron cuatro candidatos los más votados con un ganador que llegó al 36.89% de los votos válidos. Los votos obtenidos por cuatro partidos minoritarios sumaron 18,885 equivalente al 0.61% de la votación, votos en blanco 51,727 que representa el 1.58% y sumamos los votos nulos que llegaron a 108.71 el 3.30% que mucha falta hicieron a todos los partidos.
Lo que la experiencia me ha enseñado y mucha gente lo sabe, que los partidos pequeños o algunas corrientes internas de partidos que han realizado elecciones internas, no llegan ni a cubrir las plazas de sus representantes en las mesas electorales y han vendido las credenciales o buscan tener un representante en las mesas para aliarse con otro partido en caso de votación en la Mesa Electoral Receptora (MER), por lo anterior considero la necesidad de aprobar una nueva Ley Electoral que cambie la estructura de las MER y con ello se evitarán muchos problemas. Finalmente, estos señores que están con todo su derecho, fundando nuevos partidos, no tienen idea de los gastos que representa para el Tribunal Supremo Electoral y para el pueblo hondureño incluir nuevos movimientos o partidos políticos en un proceso electoral.
*Profesor y periodista
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