Edgardo “El Chele” Castro: “Yo no fui el del pleito en el Congreso”

El zafarrancho protagonizado antenoche por los diputados en el hemiciclo legislativo marcó la tercera y fallida jornada electoral para elegir a los restantes magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

Los ánimos se caldearon mucho más con la irrupción al hemiciclo de los guardaespaldas del presidente del Congreso, Mauricio Oliva, quienes se colocaron en posición de defensa, dispuestos a lo peor.

Normalmente, la seguridad de Oliva suele quedarse a los costados de la Cámara o fuera de la misma, pero esta vez saltaron armados enfrente del plenario protegiendo a su jefe y el resto de la directiva.

Los hondureños y el mundo entero pudo observar el penoso incidente por los diferentes medios de comunicación que transmitían en directo la polémica elección.

La calma regresó al pleno luego que varios congresistas hicieron entrar en razón a los protagonistas del zafarrancho, quienes, al final de la sesión hicieron las paces con abrazados y apretones.

Visiblemente contrariado, el presidente Oliva intentó apaciguar el griterío de los diputados pero como no le hacía caso, mejor se recostó en su sillón a recuperar su paciencia.

La votación transcurría tranquila, como las dos veces anteriores, cuando no se registró incidente alguno, hasta que las diputadas Doris Gutiérrez del PINU Alejandra Mancías de Libre y su colega del PAC, Walter Banegas, se levantaron de la mesa escrutadora.

Ellos, miembros escrutadores, alegaban que un voto marcado con el sí debía anularse porque a su juicio solo se aceptaban marcas y cheques como signos de votación.

La sesión del lunes pasado estuvo tan tensa que hasta perros antibombas ingresaron a revisar las butacas.
La sesión del lunes pasado estuvo tan tensa que hasta perros antibombas ingresaron a revisar las butacas.

El resto de los escrutadores consideraban que debían validarse, pero ante la actitud de los tres escrutadores la bancada de Libre se puso en alerta, pensando que se trataba de un fraude.

Un bullicio ensordecedor se produjo en el hemiciclo y mientras los escrutadores intentaban hacer entrar en razón a sus tres compañeros, Oliva lidiaba con la Cámara Legislativa revuelta.

El diputado de Libre Bartolo Fuentes le gritó ciertas ofensas al presidente de la Cámara y éste le respondió con “usted cállese malcriado”. Como Fuentes seguía profiriendo sus frases pasadas de tono, el diputado nacionalista Marco Handal, lo empujó, dando inicio al zafarrancho.

Edgardo “El Chele” Castro al ver lo que le hacían a su compañero se le fue encima a Handal pero recibió la oposición de los nacionalistas Rodimiro Mejía y Nelson Abdalah. En el forcejeo, manotazos y empujones, se llevaron de encuentro a Celín de Discua, quien intentaba mediar.

Castro también quiso aproximarse a la directiva pero fue frenado por el diputado Hernán Vindel, suplente de Oliva y además por el muro que formaron más de ocho guardaespaldas armados del titular del legislativo.

“La verdad yo no fui el del pleito, solo quería desapartarlos, pero ahora ya estamos tranquilos, no pasó nada, son cosas circunstanciales, todos somos amigos”, dijo Castro.

Luego del incidente, los tres diputados escrutadores regresaron a la mesa con lo que se reanudó el recuento de los votos.