El Super Bowl es el evento más importante a nivel audiencia de Estados Unidos, tanto es así que en 2015 superó a la final de la NBA y a los propios premios Oscars en las mediciones televisivas.
Por ese motivo, las autoridades saben que semejante exposición aumenta los riesgos de un posible ataque terrorista, sobre todo conociendo los hechos ocurridos en París durante el 2015 y en distintas ciudades Europeas.
Según explicó el vicepresidente de comunicaciones de la NFL, Brian McCarthy, la seguridad en todos los Super Bowls y eventos de la NFL han sido prioridad y alerta máxima desde los atentados del 11 de Septiembre del 2001.
Para la edición número 50, las autoridades han decidido ‘blindar’ el Levi’s Stadium de Santa Clara con 4 mil agentes, entre policías, seguridad privada y hasta el propio ejército que custodiará la zona.
A pesar de que las autoridades del Department of Homeland Security y FBI señalaron a principio de semana que no había ningún indicio como para pensar que hubiera algún problema serio, la seguridad nacional ha catalogado al Super Bowl como Nivel 1, el máximo en cuanto a riesgo.
Durante la última semana cientos de agentes de seguridad, con la ayuda de patrulleros y helicópteros, han recorrido la ciudad y han revisado por completo el Levi’s Stadium, buscando cualquier tipo de irregularidad que genere sospecha alguna.
En la gran mayoría de los ingresos a eventos relaciones o fabricados para el Super Bowl, como el Super Bowl City o NFL Experience, las personas y los periodistas acreditados deberán pasar revisiones que incluyen perros, Rayos X, cámaras de seguridad y personal con armas largas.
Además, los jugadores de los Broncos de Denver como las Panteras de Carolina, tienen prohibido salir de sus respectivos hoteles de concentración, los cuales están siendo vigilados por agentes las 24hs.