EL PAÍS ESCAPA EL MAL TEMPORAL

SEGÚN las aves agoreras, así es el mal temporal que se avecina: “Las economías de Latinoamérica tendrán que seguir ajustándose ante el derrumbe de los precios de las materias primas, en un entorno cada vez más complicado, principalmente para los países sudamericanos con desequilibrios internos”, según el FMI. “La advertencia se contiene en un informe “América Latina y el Caribe en 2016: Ajustándose a una realidad más dura” del director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, que destacó la alta volatilidad financiera por los temores sobre la economía china. “El año 2016 será un momento para que las autoridades de la región actúen con cautela; es necesario permitir que el ajuste continúe y preservar los márgenes de maniobra de política económica”. Menos mal que en el caso de Honduras, la economía depende del mercado norteamericano y este ha venido en franca recuperación. Por ello es que le ha ido bien a varios de nuestros productos de exportación. En la medida que los consumidores norteamericanos tengan más ingresos incrementa la demanda por los postres que exportamos.

(La devaluación equivale –al cambiar el valor de la moneda en relación al dólar– que vendamos más barato nuestros productos a los consumidores en el exterior; o sea el beneficio es para los extranjeros y no para los nacionales. Esa es la razón por la cual el FMI empuja por la devaluación de las monedas de estos laboratorios donde experimentan. Para que los consumidores hondureños compren caras las cosas que necesitamos importar –materias primas, fertilizantes, medicinas, pesticidas, insumos básicos, artículos esenciales, incluyendo el alimento que no producimos en el país– y para que los productos hondureños exportables se vendan más barato. ¿Quién gana, el que compra barato o el que compra caro? La devaluación hace que por más lempiras se obtengan menos dólares. Eso, y no todo ese balbuceo de los burócratas en los foros de opinión, es lo que deberían aclararle al pueblo hondureño. Volviendo a lo que estábamos. El Ihcafé confirma que de octubre de 2015 a finales de enero de este año las exportaciones de café sumaron alrededor de 150 millones de dólares, de una proyección cifrada en más de mil millones de divisas para la cosecha 2015-2016, lo que indica que se alcanzarán las proyecciones de producción total estimadas en más de nueve millones de quintales. “Se espera exportar más de 7.2 millones de quintales”. “El 2015 el café generó alrededor de 1,100 millones de dólares, la maquila más de 1,400 millones de dólares y las remesas que anduvieron en 3,730 millones y para este año van a ser superiores”.

Todo eso –sumado al fardo de préstamos que obtiene el país– es divisa para el Banco Central, para que cese ese desplume despiadado del “indito” atendiendo al pie de la letra las instrucciones de las aves agoreras. El país recibió en enero unos 255 millones de dólares en remesas familiares, lo que representó un aumento del 8.4% respecto al mismo mes de 2015. Y otro regalo caído del cielo es que continúa en caída libre el precio del crudo en los mercados internacionales. “El precio del petróleo intermedio de Texas cayó este lunes un 3.88% y cerró en 29.69 dólares el barril, por debajo de la barrera psicológica de los 30 dólares y en su nivel más bajo en las últimas dos semanas”. Si tan solo en las bombas locales bajaran los precios de las gasolinas en forma proporcional, si el ahorro de la ENEE se lo trasladaran a los usuarios, y rebajaran equitativamente los pasajes del transporte, otro gallo le cantaría al consumidor nacional. Pero, pese a los dese-quilibrios, por todas las razones anteriormente citadas, el país escapará el torbellino de ese mal temporal.