Comisión de la verdad sugirió revisiones a la Constitución

-LA TRIBUNA (LT): ¿La Universidad es el inicio de una nueva Constitución en Honduras?
Julieta Castellanos (JC): En la Universidad se enseña, y se han formado el mayor número de saberes y conocimientos que hay en el país. En este sentido el derecho y las leyes como cualquier ciencia van cambiando, se va profundizando y en el tema de derecho se ha avanzado muchísimo. Se han incluidos derechos que antes no se reconocían, derechos sexuales, reproductivos, derechos humanos y el derecho de las comunidades originarias y esto es grandioso. En este caso puntual la Universidad está dando un posgrado de derecho constitucional y el el primero que se da en el país.

-LT: ¿Desde cuándo nace esta idea?
JC: desde hace siete años, el país tuvo una crisis política que terminó con la expulsión violenta de un presidente, tuve la honrosa posición de ser miembro de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, se encargaron diferentes estudios para ver el comportamiento de los actores políticos, sociales e institucionales en esa crisis.

Se encargaron estudios a la Universidad de Harvard, otros estudios a consultores nacionales e internacionales y universidades, y la conclusión es que todos los actores que intervinieron en la crisis política actuaron contrarios a la Constitución de Honduras”.

Actuaron en contra del expresidente Manuel Zelaya Rosales, del Ejecutivo, actuó en contrario el presidente del Congreso Nacional, el señor Roberto Micheletti y los diputados, ejerció en contrario a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), los magistrados actuaron en contra de las Fuerzas Armadas que operaron en contra de un presidente que no halló qué hacer con el etcétera. Todos actuaron de forma inconstitucional y la Constitución no plantea claramente cómo llevar a un juicio político a un alto funcionario que viola las leyes de un país y que se extralimita en sus funciones.

-LT: ¿Cuáles fueron las recomendaciones de la Comisión de la Verdad?
JC: Las recomendaciones de la Comisión y los estudios que hacen las diferentes escuelas de leyes fuera del país, es que la Constitución tiene una cantidad de incoherencia, de inconsistencias, de impresiones que no favorecen a que un problema de esta magnitud se resuelva.

LT: Ante esas inconsistencias que usted menciona, ¿cuál ha sido el papel de los diputados?
JC: Los diputados, en el curso de estos años, no han actuado de forma legal, porque han asumido funciones de interpretación de la Constitución de la República y ningún diputado está facultado para esa función. Cuando el Congreso Nacional interpreta la Constitución, se está colocando por encima de la Constituyente.
Siete años después estamos viviendo una situación bastante parecida, por lo menos en un tema como la elección de los magistrados de la Corte Suprema, porque la Constitución no marca escenarios de cómo resolver una situación como la que actualmente estamos viviendo. La razón es que nuestra Constitución del 82 surge en unos contentos sociopolíticos, autoritarios, porque veníamos de un régimen militar. Comenzando un proceso electoral con unas élites políticas subordinadas a un régimen militar, y por eso es que había… atribuciones políticas y los militares no pueden tener atribuciones políticas, porque el presidente es el jefe de las Fuerzas Armadas y por eso fue que Zelaya tuvo esa relación con las Fuerzas Armadas complicadas, dándoles prebendas mas allá de lo que la ley le otorgaba.

-LT: ¿La Constitución de Honduras está rota según lo que usted plantea?
JC: La Constitución de Honduras no está rota, pero cada quien dice, opina y la interpreta en decir que es inconstitucional y si es así es porque la Constitución no tiene la claridad como para no permitir que sea sometida al manoseo de diputados y los políticos.

-LT: ¿A la rectora le dictaron esa pauta de iniciar una carrera Constitucional desde el Ejecutivo o es una mera iniciática desde lo académico?
JC: Es absolutamente incorrecto que la Universidad esté haciendo este planteamiento, coincidiendo con los planteamientos políticos con ninguna de ellas. Nosotros inauguramos la maestría de derecho constitucional, el jueves 28 de enero, y fui invitada a esa maestría y nunca asisto, pero considerando que se trata de una maestría en derecho constitucional, porque es donde los maestrantes van a tener una doble titulación, considerando que la Universidad hace una inversión significativa y que el derecho Constitucional es la vértebra de un país. El derecho laboral toca vidas privadas, el derecho penal toca vidas privadas y hoy tenemos expresidentes y empresarios, funcionarios, y es su vida privada en el ejercicio de la función pública, pero en derecho Constitucional toca la vértebra de un país.

Un debate para una nueva constitución tiene que ser trasparente.
Un debate para una nueva constitución tiene que ser trasparente.

-LT: ¿Rectora que la motivó para emprender esta iniciativa?
JC: Es pedirle que un producto de esa maestría, sea una propuesta de una nueva Constitución de la República o sea que ellos no pueden en un país… que una Constitución haya sido calificada de una forma, que ha sido interpretada de diferentes forma, que ha sido manipulada de acuerdo a los intereses de los diferentes grupos políticos… pedirles una propuesta de una nueva Constitución de la República. Esa es la motivación, ese es el objetivo y propósito.

-LT: ¿Cuál sería el inicio de esa nueva Constitución?
JC: Sería irrespetuosa si les sugiero a la maestría como hacerla, porque tiene un cuerpo docente nacional e internacional, tiene cursantes y que nosotros ya nos hemos comunicado con la señora decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad, la abogada Deisy Nazar, y le hemos planteado que la Universidad le va a colocar recursos adicionales a esa maestría para que contraten a los profesionales que necesitan para que puedan cumplir con esa solicitud y es demanda.

-LT: ¿Señora rectora que espera de esa demanda que están haciendo los diversos sectores junto a la UNAH que usted ha mencionado?
JC: Lo que esperaríamos es que la maestría nos entregue la propuesta para conocer como la va hacer, que metodología va emplear, en cuanto tiempo la va a realizar y que temas va a abordar para conocer de esta forma el procedimiento que van hacer y estar pendiente de los resultados que ellos entreguen.

-LT: ¿De qué sectores habla que la pueden apoyar?
JC: Me imagino yo que van a consultar diferentes sectores, sectores económicos, políticos, sectores sociales, actores en su conjunto, funcionarios y exfuncionarios que se han visto sometidos a estas preocupaciones y a estos dilemas. Para el caso aquí hemos tenido opiniones sobre las crisis políticas del 28 de junio del 2009 que concluyó a un golpe al Ejecutivo. Hay un desempeño que tuvo el Congreso Nacional ese día, un desempeño que tuvo la Corte Suprema de Justicia y las Fuerzas Armadas.

-LT: ¿En este caso que le van a pedir al Poder Ejecutivo?
JC: Le vamos a pedir al gobierno central oficialmente que nos traslade copia de toda la documentación de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación para que sea el punto de partida de esa nueva propuesta. Esperaríamos reuniones regionales, con otras zonas de Honduras del norte, del sur y oriente, porque este es un tema nacional y esta es la cogitación que tenemos que darle que seguros estamos va a concitar el interés de muchos sectores, tanto a favor como en contra.

-LT: ¿Esto es solo una iniciativa de la rectora o hay alguien detrás de todos esto?
JC: La Comisión de la Verdad y la Reconciliación porque tuve el privilegio de ser parte de ella y conocí los informes, y yo pediría que la lean y tomen en cuenta los informes estrictamente en tema Constitucional, por un lado y por otro, el país ha estado de crisis en crisis, que nada más se atienden los temas del momento y no hay una coyuntura de país que debería de ser considerados como parte de la norma constitutiva.

-LT: ¿Hay algo que no se ha cumplido de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación?
JC: Quedan pendiente muchas cosas, en este tema constitucional queda pendiente todo, pero creo que se ha tomado en cuenta el Consejo de la Adjudicatura que era una de las recomendaciones, en el tema de derechos humanos. Pero en este tema de la Constitución que no ofrece líneas claras de abordaje en los temas torales de este país que llevan a crisis, como lo actual en la elección de la Corte Suprema de Justicia para elegir a sus magistrados, la Constitución no arroja nada claro que dé seguridad jurídica y que dé certeza a la ciudadanía.

-LT: Después de que la UNAH hizo este anuncio de crear una nueva Constitución, ¿qué ambiente ha percibido de la ciudadanía y de los diversos sectores?
JC: Hemos oído reacciones negativas y positivas y bastantes favorables, como en la encuesta que ha hecho el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) que coordina el padre Ismael Moreno, que la hizo en tiempo previo en diciembre y enero.

También, nos hemos encontrado en estos tres días con participación de grupos políticos y hemos visto oposición en los grupos más radicales de izquierda y derecha, hemos visto reacciones entre sectores conservadores y algunos de ellos alguna reacción que cree que la Constitución actual está bien planteada, pero también hemos escuchado otros sectores académicos que se han entusiasmado.

-LT: ¿Avanzará esta propuesta o cree que el camino es muy duro?
JC: Este es un tema muy sensible que hay personas con reversas, que pueden tener dudas, que prefieran que las cosas no cambien nunca, porque están muy cómodos, y esos que están muy cómodos es que la Constitución les ha servido tal cual, porque la interpretan cuando quieren y la cambian. Y es por eso es que muchos quieren que la Constitución sea imprecisa, muy elástica para poderla manipular y utilizarla a su beneficio, y lo que queremos es un país con seguridad jurídica sin esos manoseos. Creo que la gente es menos conformista y se deja engañar menos, la gente diferencia muy bien lo que es la actitud genuina, una actitud trasparente y demagógica.

Aquí hay gente que pude hablar de paz y bien, pero cuando han estado en cambios público no se traducen a que pueda llevar cambios colectivos, sino para enriquecerse ellos y su amigos, entonces ha sido un botín y una cosa es hablar y otra es actuar.

En este sentido un debate para una nueva constitución tiene que ser trasparente, tiene que ser coherente, la forma y contenido tiene que ser parte de los mismo y en ese sentido estamos muy entusiasmados, muy animados con esta propuesta. Estamos consciente que haya posición encontrada, pero es importante que salgan a luz pública, porque ya salieron las reacciones más negativas y destructivas.

No las mandaron de manera procesada, no las maduró como decimos al enfriador esas emociones, cosas que no es de estadísticas, porque el estadista manda al reposo y se entera del contento.

Hemos visto los “tuit” y los WhatsApp, pero ha salido gente más respetuosa que son más profesionales, otros con dudad expectantes, y es absolutamente normal, pero a medida que el proceso de la elaboración de la protestas avance creo que muchos se van a ir convenciendo.

-LT: ¿Se hace urgente una nueva Constitución?
JC: Creo que vendría a ponerle frenos a una clase política que interpreta la ley cono quiere, cuando quiere y a su medida, que para cada momento impredecible quiere una receta despachada a sus intereses.